Por Jeser Santiago Grass.
Quizá hoy usted sea uno de esos colombianos preocupado por el pico de casos en la pandemia, quizá le conmueven o le preocupan los hechos que le informan desde su televisor o que lee desde las redes sociales con respecto a lo que está sucediendo con las movilizaciones y protestas en contra de la reforma tributaria. Quizá es un padre preocupado, o un hijo en pie de lucha (sin importar de qué lado del conflicto está parado en este momento). Quizá hoy usted está en la línea de frente, defendiendo con valentía lo que considera es necesario para el bienestar de su país, sus seres queridos y familiares.
Quizá usted es de esos colombianos a los que les duele la injusticia, la pobreza y el hambre crecientes en la crisis de la pandemia, la falta de oportunidades, de educación, de acceso a salud, la violencia y la incoherencia máxima de lo que está sucediendo: Fuerzas armadas y militares disparando a población civil (la gran mayoría desarmada), policías con órdenes de infiltrar las marchas para sabotear el derecho a la protesta, población civil destruyendo estructuras públicas que pagamos todos, algunos aprovechando el desorden para saquear, personas persiguiendo, agrediendo y estigmatizando a aquellos colombianos que por voluntad propia o falta de oportunidades se encuentran cumpliendo órdenes para prestar lo que mal o bien consideran un servicio a su país…
No importa qué sea lo que más le indigne de todo esto, no importa si su preocupación es su hijo marchante o policía, no importa si cree que la solución a los problemas del país es la vía de la violencia o la democracia, no importa si sus ideales le dicen que es el socialismo o el capitalismo lo que debe dirigir el destino de nuestro maltrecho país. Hay algo cierto para usted sin importar en qué “bando” está: EL CÁNCER DE COLOMBIA ES Y HA SIDO SIEMPRE LA MALDITA CORRUPCIÓN.
Durante siglos hemos sido saqueados, engañados y manipulados. Al día de hoy sabemos que LA CLASE CORRUPTA se pasea a sus anchas y con impunidad por un país destruido (impunidad que en su misma corrupción se otorga a sí misma de manera cínica y desafiante). LA CORRUPCION ha podrido todos los poderes e instituciones de la democracia para romper el equilibrio de poder y para aferrarse de frente y sin sonrojo alguno a la teta del país con sus colmillos afilados. El hambre de los corruptos es cada vez más ruin, más voraz, más insaciable… Hasta su codicia se ha salido de control al punto de que ya no les interesa matar lenta y dolorosamente a la fuente de sus asquerosas riquezas: El pueblo que engañan.
Muchos piensan que los corruptos son personas tontas, que en su “incapacidad” o “retraso mental” no saben lo que hacen cuando toman decisiones; pero lo cierto y vomitivo del asunto es que SABEN PERFECTAMENTE BIEN LO QUE HACEN, y saben que PARA CONTINUAR HURTANDO AL PUEBLO ES NECESARIO ESTAFARLE, INTIMIDARLO, O HASTA MASACRARLO (“De ser necesario” según su forma psicópata y asesina de pensar). Y como buenos mafiosos, como buenos matones, como buenos estrategas, como buenos HIJUEPUTAS, nos aplican la máxima de “DIVIDE Y VENCERÁS”.
COLOMBIANOS: ¡¡¡LOS CORRUPTOS NOS TIENEN DIVIDIDOS!!! COLOMBIANOS: ¡¡¡LOS CORRUPTOS ESTAN LOGRANDO QUE NOS MATEMOS ENTRE NOSOTROS MISMOS, HAN CONSEGUIDO QUE NOS VEAMOS Y NOS COMPORTEMOS COMO ENEMIGOS!!!
¿Cómo lo han logrado?
Colombiano manifestante: Le quieren pintar que la policía y las fuerzas militares son el enemigo. Aceptamos esa idea incluso desde cuando inician las arengas que llaman a los policías “cerdos”, “bastardos”, “asesinos” o “personas sin estudio”. Esa deshumanización del otro no es gratuita y ayuda a llegar a la violencia. Recuerde que los policías y militares son PERSONAS antes que fuerza pública: son hijos, padres, hermanos y esposos, con sentimientos, con anhelos, con miedos, inseguridades, con sueños y con esperanzas, recordemos que como muchos colombianos están dispuestos a dar su vida para defender sus ideales y para hacer lo que ellos consideran es correcto. El punto está allí, el punto está en LO QUE LOS CORRUPTOS LE HAN VENDIDO A LA FUERZA PUBLICA COMO LO CORRECTO.
Colombiano policía o militar: Le han vendido que la democracia está en peligro, le han dicho que hay un riesgo inminente que asedia desde hace años la paz y la prosperidad de sus seres queridos y de su país, y lo que es peor: HAN LOGRADO CONVENCERLO DE QUE SU ENEMIGO ES EL PUEBLO QUE UN DIA JURO PROTEGER. Por estos días, nos han dicho y reforzado la idea de que la libertad y el futuro del país están en juego, nos han dicho que debemos estar dispuestos a usar la fuerza de las armas para mantener defendida a la patria. Durante años nos han enseñado a odiar, nos han enseñado a ver a los manifestantes como ratas, como animales que debemos aplastar a toda costa… Y los resultados no se han hecho esperar: En nombre de la democracia y la patria hemos cometido atrocidades, hemos seguido ordenes sin refutar, hemos vulnerado los derechos humanos que un día quisimos proteger… hemos puesto nuestro grano de arena para la anhelada violencia de los corruptos.
Los hechos de violencia mutua que hemos cometido sólo han servido para reforzar estas ideas equivocadas o sacadas de su contexto real por los mentirosos con poder o sus lacayos, sus lameculos, esta es una guerra que solo está beneficiando a los mismos de siempre: LOS CORRUPTOS.
COLOMBIANOS (CIVILES, MILITARES): ¡¡¡NO SOMOS EL ENEMIGO, PORQUE TODOS NOSOTROS SOMOS EL PUEBLO!!!
Colombiano manifestante: Perdona, enseña, sensibiliza, guía, reconforta, resiste.
Colombiano policía/militar: Los buenos somos más, se aún más valiente, perdónate, enfrenta tus miedos y toma responsabilidad de tus actos. Protege a tu pueblo.
¡¡¡DESPERTEMOS, PERDONEMONOS Y AVANCEMOS CONTRA EL VERDADERO ENEMIGO!!!
!!!SOLO JUNTOS DERROTAREMOS A LOS CORRUPTOS, SOLO JUNTOS HAREMOS QUE POR FIN, CESE LA HORRIBLE NOCHE!!!
¡¡¡NOSOTROS SOMOS NUESTRA ESPERANZA, SOMOS NUESTRO FUTURO!!!
¡¡¡SI PODEMOS!!!