Dos amigos residentes en Colombia, deciden realizar en sus próximas vacaciones de fin de año, una excursión por Turquía. Fredy, tiene ancestros turcos y Lina, una inmensa pasión por aquella región del mundo que ha sido asiento de muchas civilizaciones de la humanidad por varios milenios.
A partir del momento de su llegada a Estambul y durante todo el recorrido, de casi dos semanas por esas tierras exóticas, conformadas por regiones cuyas particularidades geográficas son consideradas únicas en el mundo, se desarrolla un dialogo permanente, que gira alrededor de sus impresiones personales y de la experiencia que van adquiriendo a medida que van conociendo y evocando la historia de tantas corrientes y dinámicas poblacionales que han aportado a la historia de Turquía, y que la hacen un verdadero crisol diverso.
La presencia de Estambul en dos continentes, su impresionante arquitectura producto de los legados que han dejado todos sus habitantes a través del tiempo, son motivos de reflexión por parte de los dos amigos que observan como la ciudad también tiene sus rasgos occidentales y modernos, en medio de tanta historia acumulada.
Las nevadas de invierno, que tapizaron todo el territorio durante el recorrido, la modernidad de la capital Ankara en medio de tanto vestigio de la antigüedad y las formaciones geológicas de la región encantada de capadocia, marcarían para siempre sus conceptos y su visión del mundo oriental.