Por Myriam Manosalva | 27/05/2021.
Aunque la menstruación es un proceso natural por el que atraviesan las mujeres, todas lo hacen de forma diferente, algunas presentan fuertes dolores menstruales que se expanden por la pelvis y espalda hasta incapacitarlas, mientras otras pueden realizar sus actividades con total normalidad.
Esta fase que consiste en la expulsión de un óvulo no fecundado y finaliza con una hemorragia puede manifestarse mediante diversos síntomas o tipos de periodo que expondremos a continuación.
Con dolor incapacitante: La dismenorrea (calambre pélvico) suele presentarse acompañada de abundante flujo menstrual e hinchazón del abdomen. Una mujer con adenomiosis (Crecimiento de tejido endometrial en la pared del útero) o endometriosis (Crecimiento de tejido en ovarios, trompas o intestinos) puede presentar cólicos tan intensos como los de un parto o una apendicitis. Algunos estudios realizados hasta el momento indican que la copa menstrual ayudaría a evitar este tipo de calambre. La toma de infusiones calientes con manzanilla y canela, acompañados de compresas tibias aliviarán estos síntomas.
Alto índice de fatiga: Muchas mujeres no presentan dolores fuertes pero si una baja de la presión arterial y deshidratación que las obliga a postrarse en la cama, si experimenta estas sensaciones es necesario hacer caso a las indicaciones del cuerpo para recuperarse sin mayores inconvenientes. La afectada deberá consumir constantemente bebidas que le ayuden a reponer líquidos y evitar los esfuerzos físicos como largas caminatas o el levantamiento de peso.
Tristeza y enojo: Debido al proceso hormonal llevado a cabo se pueden presentar cambios radicales de ánimo, que pueden llegar incluso días antes del periodo en sí. A esta etapa se le conoce como síndrome premenstrual, en esta fase el cuerpo se prepara para la llegada de la menstruación y se manifiesta con molestias anímicas. Es importante disminuir las situaciones estresantes y desarrollar prácticas como el yoga para aliviar las tensiones durante estos días.
Aumento radical del apetito: Estos cambios hormonales a veces vienen acompañados de antojos exagerados por comidas con alto índice de azucares y grasa, lo que representa una modificación en los hábitos dietarios durante estos días, esta variación en el apetito se debe al gasto energético que es superior al usado habitualmente. Se recomienda consumir alimentos ricos en potasio y Omega-3 como la cúrcuma y el jengibre y frutos secos, que a su vez poseen efectos antiinflamatorios.
Ciclos muy cortos o muy largos: Lo usual es que un periodo dure entre 2 y 7 días, para obtener un ciclo saludable de 21 a 35 días, contando desde el primer día de sangrado. Fuera de este tiempo se estaría frente a una oligomenorrea (Llegada del periodo con una diferencia de más de un mes entre un periodo y otro), o metrorragia (sangrado entre periodos) y una amenorrea (ausencia de sangrado).
Pasa desapercibido: Algunas mujeres transitan por esta fase hormonal sin reportar ninguna anomalía, si quiere hacer parte de este grupo puede obtenerlo si consigue un descanso nocturno de calidad, consume alimentos antiinflamatorios, practica ejercicio de manera regular y evita el estrés.
Aumento del apetito sexual: El estrógeno una de las hormonas involucradas en la producción de óvulos aumenta el deseo sexual, durante esta sustancia está particularmente elevada, además la vulva puede presentar mayor sensibilidad debido al aumento del flujo sanguíneo en el área.
Si presenta un síntoma que no le permite llevar sus actividades laborales y sociales con normalidad debe asistir a consulta médica para recibir el acompañamiento y tratamiento médico necesarios.