¿Cómo afectan los gases lacrimógenos a nuestro cuerpo y el ambiente?

Por Leonardo Rincón | 03/05/2021.
Colombia se encuentra en Paro Nacional por muchas de las injusticias del gobierno, sin embargo, los manifestantes siempre son retirados esparciendo en el aire gases lacrimógenos y bombas aturdidoras, es de entender que estos gases pueden afectar nuestro organismo al igual que al medio ambiente, por los diferentes compuestos.

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Este tipo de gases fue prohibido para la guerra en 1993 por la Convención de Ginebra. Su compuesto principal es el clorobenzilideno malononitrilo, también conocido como CS en honor a los científicos estadounidenses que lo descubrieron, Ben Corson y Roger Stoughton. Su función es la de defender o dispersar personas de alguna turba o concentración, sus efectos empiezan a verse pasados 30 segundos, este tiene un radio de entre los 60 a los 300 metros y alcanzan una altura cerca de los 150-200 metros, aún visible, ya cuando se dispersa llega a las partes más altas de la atmósfera.

Estos gases al ser disparados inmediatamente empiezan a afectar el medio ambiente, generando capas de humo que al subir crean el proceso llamado efecto invernadero, que consiste en que los gases que son disparados no permiten que la energía del suelo sea liberada, lo cual genera un sobrecalentamiento de la tierra y uno de sus efectos más visibles ha sido el descongelamiento de los polos y la casi extinción de los osos polares por culpa de este problema.

Cuando estos gases atacan nuestro cuerpo, empezamos a sentir ardor en ojos, nariz y boca, impidiendo respirar y provocando afectaciones de salud en las vías respiratorias. Según la revista científica BBC Focus, el gas afecta a los nervios sensoriales de la nariz y el rostro. Estos nervios cuentan con canales iónicos los cuales son proteínas que actúan como salida frente a los estímulos. La estimulación excesiva de esos nervios provoca una producción repentina de lágrimas y mocos, así como dolor irritante. Estar mucho tiempo a la exposición de estos gases puede provocar diarrea, vómitos, desgarre ocular, edema estromal de la córnea, entre más afectaciones a la salud.

Por motivos como estos y otros casos reportados a los DD.HH., la ONU ha solicitado que estos gases sean retirados de toda actividad donde se necesite dispersar a la ciudadanía, dado que la afectación al medio ambiente sigue creciendo, ya que en promedio cuando hay una manifestación se usan más de 300 de estos gases (sin decir que sobrepasan la cifra de los miles por los días que puede durar y los distintos lugares donde se usa), al igual que puede causar la muerte de personas al ser disparados muy cerca o que le impacten sobre el cuerpo. Sin embargo, aún se siguen haciendo estudios para poder eliminar por completo esta arma biológica tanto para guerras como para dispersar manifestantes.

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