Científicos chinos desarrollaron paneles solares que pueden recolectar energía en días de baja insolación o de noche, como propósito de reducir los costos de recolección a fuentes limpias y se tiene previsto que estén listos a fines de este año.
Por Martín Casanova Piraquive | 25/08/2021.
Investigadores de la Universidad Oceánica de China y la Universidad Pedagógica de Yunnan diseñaron una serie de paneles solares espaciales que tienen la capacidad de almacenar energía en días con baja radiación solar, incluso con lluvia y niebla, con el fin de aumentar la conversión de luz directa en todo el planeta.
La idea de este proyecto nació en 2010, pero fue suspendida por las diferentes presiones económicas y políticas que surgieron en China. Al año siguiente, el proceso se reanudó y a pesar de que no esté finalizada, se han realizado pruebas de transferencia de energía con una altitud de aproximadamente 300 metros.
Los investigadores calificaron este invento ecológico como una “revolución fotovoltaica”, por lo que consiste en ser un sistema de generación eléctrica de tecnología renovable que puede engendrar una oportunidad de ahorro en la factura de los usuarios, con el fin de reducir el costo de recolección de energía.
Se tiene previsto que esta será la primera central de electricidad a gran escala del país asiático para realizar diferentes pruebas y considerar esta nueva forma de obtener energía renovable.
La principal innovación de estos paneles es el uso de un nuevo material implantado llamado ‘‘fósforo de larga persistencia’’ (LPP por sus siglas en inglés), que consiste en un dispositivo que tiene el mecanismo de almacenar energía durante las horas en las que ya no está presente el Sol, para luego convertirla en electricidad.
Según el diario South China Morning Post, este sistema incluye reactores nucleares de sales de torio y proyectos de fusión nuclear que engendran una fuente de luz visible monocromática de alta potencia que genera electricidad de manera persistente durante el día y la noche, a partir de la fracción de energía no absorbida cercana a la infrarroja, aprovechando casi la totalidad del espectro del Sol.
El equipo explicó que toda esta tecnología y sus destacados adelantos siempre presentaron un obstáculo: la posibilidad única de generación durante el día, lo que hacía necesario recurrir a baterías para su uso en la noche, si fuese el caso. Este problema es propio de la generación solar, y era una desventaja en comparación con otras fuentes renovables que pueden tomar energía, tanto de día, como de noche indistintamente.
También indicó que los reducidos costes de las instalaciones solares, frente al constante incremento de los precios de la electricidad, desvelan la apertura de un proceso de democratización en la propiedad de los sistemas de generación eléctrica, nunca antes imaginados.
Por su parte, el profesor de la Universidad Oceánica de China, Tang Qunwei, destacó que estos paneles tienen la finalidad de acumular energía del Sol de forma inalámbrica desde las estaciones de energía que se encuentran en órbita, por lo que no se verán afectadas por el clima o por la oscuridad de la noche.
Las placas o paneles solares son uno de los pilares que se encuentran dentro de la generación de la energía renovable, gracias a su función de transformar la luz solar en energía eléctrica. Desde su invención en 1838, la primera célula solar no llegaba a una eficiencia del 1%, por lo que se atestigua que hubo un descenso en su costo.
En 1977, los paneles que funcionan sin luz solar generaban un costo de aproximadamente US$ 78 y un promedio de ventas de 0,34%, pero gracias a sus avances tecnológicos y estudios de pruebas, estas placas solares se comercializan entre un 12% y 25%.
Cabe tener en cuenta que la mayor parte de le energía que consume China, actualmente, proviene de los combustibles fósiles (petróleo y carbón) y es por ello que, en los últimos años, el país se encuentra invirtiendo bastante presupuesto en investigación para el mejoramiento de sus centrales solares.
Por último, para el 2050, China tendrá una estación de energía solar espacial comercial en pleno funcionamiento, después de que se realice la transmisión de energía de forma inalámbrica desde la órbita.
Los avances de este invento ecológico chino se encuentran publicados en las revistas American Chemistry Society, ACS Nano y Nano Energy.