La Haya, 24 jul (EFE).- La aerolínea holandesa KLM “discriminó” a una mujer al obligarla a cambiar de asiento en un vuelo de Nueva York a Ámsterdam porque el pasajero sentado a su lado, judío ortodoxo, se negaba a compartir fila con alguien del sexo opuesto, denunció este viernes el Colegio de Derechos Humanos holandés.
Esta institución, que vigila y estudia los casos sospechosos de violación de los derechos humanos, lamentó que la compañía holandesa no cumpliera con su obligación de “proporcionar un entorno no discriminatorio” durante ese vuelo de Nueva York a Ámsterdam, y en su lugar, optó por obligar a la pasajera a trasladarse a otra parte del avión.
La pasajera afectada viajaba con su pareja, un conocido diputado socialista holandés, Ronald van Raak, que fue quien puso la queja ante la institución holandesa, después de esperar cinco meses a que la compañía contestara a su denuncia por discriminación.
El incidente tuvo lugar en mayo del año pasado. La viajera tenía asignado un asiento al lado del judío ortodoxo, quien viajaba con varios amigos más, pero todos se negaron a compartir asiento con una mujer “debido a su religión”, lo que provocó tensiones en el avión “retrasando el vuelo y haciendo que el ambiente se tensara”, aseguró Van Raak.
Al final, y presionada por el personal de la aerolínea, la pasajera aceptó cambiar de asiento para alejarse del viajero y permitir así que el avión despegara.
La institución oficial holandesa de expertos en derechos humanos advirtió a KLM de que debería haberse dirigido al pasajero que se negaba a compartir espacio con la denunciante durante el proceso de embarque, pero que, en su lugar, “discriminó por motivos de sexo” a la pareja -la pasajera y Van Raak- pidiéndoles cambiar de asiento.
“Sin embargo, el hombre judío ortodoxo no se hizo responsable de su comportamiento, y no se le dejó claro que había aspectos discriminatorios en ello. Tampoco se le pidió ni a él ni a sus acompañantes que cooperaran para resolver el problema con los asientos que surgió de su postura”, lamentó el Colegio de Derechos Humanos en su fallo.
La aerolínea tenía que haber “insistido primero en que cooperase a la persona que quería que se tuviera en cuenta un precepto religioso” suyo y haber “puesto la carga y las molestias que esto conlleva en esa persona, en lugar de en otros pasajeros”, dijo la institución.
El Colegio de Derechos Humanos insta a KLM a adaptar sus protocolos para este tipo de situaciones y dar las instrucciones a su personal, aunque sus decisiones no son vinculantes.
Van Raak aplaudió el fallo y consideró que esta cuestión es “de interés público” porque toda mujer “debería poder contar con que no se le va a discriminar en un vuelo de KLM”, compañía que aún no ha reaccionado al fallo. EFE
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