Madrid, 8 jun (EFE).- Un equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos) ha utilizado métodos de ciencia cognitiva para poner a prueba una cuestión filosófica largamente debatida: ¿Se puede ver el mundo de manera objetiva?. Su respuesta es rotundamente no.
Después de realizar varios experimentos, los investigadores concluyeron que para las personas es casi imposible separar la verdadera identidad de un objeto de la perspectiva con que lo observan.
En uno de los experimentos, por ejemplo, los voluntarios tenían que mirar a objetos redondos que estaban inclinados y situados lejos de ellos; incluso cuando sabían que los objetos eran redondos, no podían evitar “verlos” de forma distorsionada, como óvalos o elipses. Los resultados del estudio se publican hoy en la revista PNAS.
“La influencia de la propia perspectiva sobre la percepción es algo que los filósofos han estado discutiendo durante siglos. Hacer experimentos sobre esta cuestión fue realmente emocionante”, afirma Chaz Firestone, investigador de la Johns Hopkins y autor principal del trabajo.
Y es que, cuando los humanos vemos las cosas, el cerebro combina la información visual pura con suposiciones y conocimientos adquiridos sobre el mundo.
Así, por ejemplo, si tomas una moneda (redonda) y la inclinas lejos de ti, la luz de la moneda golpea tus ojos en forma de óvalo o elipse; pero tu cerebro entonces va más allá de esa información y te hace “ver” un círculo en el mundo real.
Pero durante décadas, los filósofos como John Locke y David Hume, se han preguntado si es posible separar la forma real de un objeto (un círculo) de cómo la ven nuestros ojos (una elipse) o, en otras palabras, si la visión objetiva pura es posible.
Para responder a la pregunta, el equipo diseñó un “experimento de filosofía” para el laboratorio. En una de las pruebas, mostraban a los voluntarios pares de monedas tridimensionales: Una era siempre un verdadero óvalo, la otra era un círculo, y los sujetos tenían que elegir el óvalo verdadero.
Parece fácil, pero cuando se les mostraban monedas circulares inclinadas, los sujetos se desconcertaban y su tiempo de respuesta variaba significativamente, algo que sucedía en todos los supuestos: con monedas quietas y en movimiento, con diferentes formas, y tanto si las veían en un ordenador o al natural.
“Los objetos están marcados por nuestra perspectiva. Incluso cuando intentamos percibir el mundo como realmente es, no podemos descartar completamente nuestra perspectiva”, concluye el autor principal el estudio y neurocientífico, Jorge Morales.
Este es el primero de una serie de experimentos en los que el equipo de científicos, en colaboración con el filósofo Austin Baker, llevarán a cabo con métodos y enfoques de la psicología y la neurociencia para testar planteamientos de la filosofía.
“Este resultado realmente nos sorprendió. Esperábamos que la ‘objetividad’ superara totalmente cualquier influencia de la perspectiva del sujeto pero no fue así”. “Este es un buen ejemplo de cómo las ideas de la filosofía pueden influir en la ciencia de la mente y el cerebro”, concluye Chaz Firestone, neurocientífico de la Johns Hopkins, diplomado en filosofía y responsable de la investigación. EFE
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