04/03/2021 – Lina Gil.
Ifigenia Garcés, es la creadora de esta escuela llamada Mojiganga, un espacio de cultura, baile, teatro, música y artesanías que tiene como finalidad ayudar a las personas del Chocó que han sido víctimas del conflicto armado a sanar sus heridas y alejar el flagelo de este lugar.
A este proyecto se le suma María Catalina Prieto, subdirectora de programación de la Orquesta Filarmónica de Medellín; cabeza del Coro de la Reconciliación y la Práctica Orquestal para niños en el Urabá, junto a Juana Ruiz, coordinadora de la Asociación de Mujeres Tejiendo Sueños de los Montes de María, quienes al igual de Ifigenia, luchan día a día para cambiar el futuro de los jóvenes chocoanos inspirándolos a frenar el conflicto con el fin de buscar alternativas para cambiar sus proyectos de vida a través del arte. “Fue un reto llevar a la gente un mensaje de esperanza y emprendimiento, convencer a las víctimas de que ya no somos pobrecitos ni que merecemos lástima” explica Juana.
Ifigencia Garcés, se sorprende al saber que muchos de los niños que viven aquí, están interesados en su proyecto y que ha tenido gran acogida “Mojiganga es un espacio de transformación social que utiliza la herramienta del arte como una estrategia de cambio de vida”, relata la lideresa social.
En el caso de Filarmed, reúne a las víctimas y victimarios del conflicto armado, a través de la música y el canto en Coro de la Reconciliación, un espacio donde lo único que importa es su voz y las ganas de sanar. Sin embargo, las lideresas recalcan la importancia del Estado en este tipo de proyectos para su fortalecimiento.
