Santa Cruz de Tenerife (España) 8 oct (EFE).- El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en España, anunció este jueves que nuevas medidas en el espectro solar verifican la teoría de la relatividad general enunciada por Albert Einstein.
Explicó el IAC que un equipo internacional de investigadores liderado por este centro ha medido, “con una precisión sin precedentes”, el efecto del corrimiento al rojo gravitatorio del Sol, un cambio de frecuencia de las líneas espectrales en el espectro solar que se produce cuando la luz abandona el campo gravitatorio del Sol y llega a la Tierra.
El trabajo, que demuestra así una de las predicciones de la teoría de la relatividad de Einstein, se publica en la revista Astronomy & Astrophysics, añade el IAC.
La teoría de la relatividad, publicada por Albert Einstein en 1911 y 1916, introdujo un nuevo concepto de espacio y tiempo, ya que muestra que los objetos masivos causan una distorsión en el espacio-tiempo que se siente como gravedad.
De esta forma, la teoría de Einstein predice, por ejemplo, que la luz se curva en la cercanía de objetos masivos y, como consecuencia, los astrónomos han observado fenómenos como “la cruz de Einstein”, es decir, cuatro imágenes diferentes de una galaxia distante detrás y distorsionada por un objeto masivo más cercano.
Otros efectos famosos de la relatividad son el cambio gradual observado en la órbita de Mercurio debido a la curvatura del espacio-tiempo alrededor del “masivo” Sol, o el llamado corrimiento al rojo gravitatorio, el desplazamiento hacia el rojo de las líneas del espectro solar como consecuencia del campo gravitatorio del Sol.
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El corrimiento al rojo gravitatorio es un efecto importante, por ejemplo, en sistemas de navegación basados en satélites, como el GPS, que no funcionaría si no se tuviera en cuenta la relatividad general.
Este efecto depende de la masa y el radio del objeto astronómico, por lo que, si bien es más grande en el Sol que en la Tierra, todavía resulta muy difícil de medir en el espectro del Sol.
En 1920, Einstein escribió: “Para el Sol, el corrimiento al rojo teóricamente predecible equivale a aproximadamente dos millonésimas de la longitud de onda. Si este efecto existe realmente o no, es una cuestión abierta, y en la actualidad los astrónomos están trabajando duro en su solución. En el caso del Sol, su existencia es difícil de juzgar debido a la pequeñez de su efecto”.
Para medirlo, los científicos han empleado observaciones del espectro solar reflejado en la Luna adquiridos por el espectrógrafo Harps (High Accuracy Radial-velocity Planet Searcher) utilizando la nueva tecnología del peine de frecuencias láser.
“Combinando la precisión del instrumento Harps y del peine de frecuencias láser, hemos podido medir con alta precisión la posición de líneas de hierro en el espectro solar”, señaló Jonay González Hernández, investigador del IAC y primer autor del artículo.
Subrayó que esto les ha permitido verificar una de las predicciones de Einstein, el corrimiento al rojo gravitatorio solar, “con un margen de error de unos pocos metros por segundo”.
“Nuevas medidas con el peine de frecuencias láser acoplado al espectrógrafo Espresso en los telescopios VLT, de 8,2 m, permitirían mejorar estas mediciones”, añadió Rafael Rebolo, director del IAC y coautor del artículo.
Para realizar este trabajo, en el que también han participado los investigadores del IAC Alejandro Suárez Mascareño y Borja Toledo-Padrón, se ha utilizado un sistema LFC (acrónimo de Laser Frequency Comb) acoplado al instrumento Harps que opera en el telescopio de 3,6 m del Observatorio Europeo Austral (ESO), en el Observatorio de La Silla (Chile). EFE
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