Terry Holiday, la icónica trans mexicana que educó a la sociedad “con hechos”

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Inés Amarelo, México, 24 jun (EFE).- Terry Holiday se acercó al arte desde pequeña y descubrió que le apasionaba actuar, aunque lo que no sabía era que sería el inicio de un difícil camino del que saldría victoriosa siendo una de las figuras trans más icónicas de México y usando su influencia para educar a la sociedad “con hechos”.

Holiday participará el 26 de junio en la cuarta edición (que por primera vez será en línea) del ciclo organizado por el Gobierno de la capital “Entre lenchas, vestidas y musculocas”, donde abordará su trabajo en su largo recorrido como “performer” y transformista y contará la discriminación que sufre su comunidad.

Y lo hará desde sus más de cuatro décadas de trayectoria, ya que nació en 1955 en la capital mexicana y pronto se adentró en el mundo del arte, más concretamente en la música y la danza.

“Tuve la fortuna de crecer en una familia artística, mi mamá era pianista y mi padre era bohemio, entonces nuestras salidas de fin de semana eran al teatro y al cine. El amor al arte está intrínseco pero yo descubrí que quería ser la bailarina, la cantante… siempre me identifiqué con el lado femenino”, explicó este miércoles la artista a Efe.

Holiday tuvo la oportunidad de estudiar artes plásticas -de hecho es pintora y ha vendido algunas de sus obras a coleccionistas- y esta disciplina la llevó a incursionar en el cine y el teatro, todo en las décadas de 1960 y 1970, la época de la postpsicodelia, que, aseguró, le crearon “un alma muy artista y muy perfeccionista”.

Una vez dentro del medio, fue dándose a conocer durante muchos años y organizando eventos con más gente de la comunidad y gestionando “shows” de travestis.

Hasta el momento, eso es lo que le ha tocado vivir pero sobre todo lo que se ha labrado, pues confiesa que en la época en la que comenzó a dejarse ver por los bares, clubes y teatros más reconocidos de la ciudad, la aceptación del colectivo por parte de la sociedad era, en muchas ocasiones, nula.

Holiday pertenece a una generación que abrió puertas a las mujeres trans y a las tranformistas de México y de todo el mundo, y lo hizo, en su mayoría, con actos en lugar de con palabras.

“Ha sido un camino de lucha, de tropiezos y de rebeldía pero siempre hemos logrado mantenernos a flote. Ahora existen palabras como sororidad o resiliencia que antes no conocíamos ¡pero era lo mismo! Era demostrar con nuestros actos y nuestro trabajo lo valiosas que somos y lo importantes que debemos ser”, detalló.

 

ACTIVISMO DE HECHOS
La mujer, que no aparenta 64 años y cuyas palabras caen con peso, se relaciona habitualmente con sus vecinos con el objetivo de hacerles ver que no hay nada que la haga diferente a ellos.

En su caso, “ha sido un activismo no de palabras, sino de hechos” a través de los que intenta, a través del “respeto, el cariño mutuo y la aceptación” que su comunidad permee y la sociedad sea consciente de su valor.

Es por eso que Holiday siempre les dice a las mujeres jóvenes pertenecientes al colectivo lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) que se formen, ya que “nada más del físico no se vive”.

Ella misma, además de en las artes plásticas, se formó en corte y confección y, según explica, no por ser una figura reconocida ha podido vivir del cine, el teatro o el “show” exclusivamente.

“Yo afortunadamente cuento con el apoyo de mi familia pero cuento también con mis manitas y mi cerebro. Hay estar preparadas para lo que venga, no podemos estar cruzados de brazos porque a veces va bien y a veces no”, explicó la transformista, quien insiste en la necesidad de que sus colegas hagan consciente a la sociedad de lo importantes que son.

“Tenemos que ser emprendedoras, productivas y empoderadas. La identidad de género no tiene que ver con incapacidad económica: todos tenemos algún talento. La cosa es descubrirnos a nosotras, aceptarnos como somos y descubrir nuestros talentos”, completó.

Además, consideró que desde su trinchera, tanto ellas como muchas otras compañeras tienen la vocación de ayudar, algo que la sociedad debe aplaudir y que pone en valor la fuerza tanto de los que colaboran como de los que son ayudados.

La cantante y bailarina ha llegado a dirigir y organizar espectáculos en alguno de los locales de referencia, que tanto han cambiado con el paso de los años, para el colectivo LGBT de Ciudad de México y, aunque le han tocado “las buenas, las malas y las regulares”, nunca ha perdido la convicción.

Y es por eso que, a su edad y con estelares interpretaciones de Daniela Romo o Cher -entre muchas otras- a sus espaldas, sigue caminando firme tanto por su barrio como sobre los escenarios, un lugar que siempre pensó que dejaría mucho antes pero al que ahora ya no puede renunciar.

Precisamente se queda sobre las tablas este mes -mes del orgullo LGBT- y todo el año ya que, a pesar las dificultades actuales debido a la crisis del coronavirus, la lucha sigue y hay que aprovechar el tiempo para “hacer otras cosas, comunicarse, manifestarse por otros medios” y, sobre todo, no quedarse calladas. EFE
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