Bogotá, 15 nov (EFE).- El expresidente Juan Manuel Santos, que gobernó Colombia entre 2010 y 2018, afirmó que la Jurisdicción Especial para la Paz y el acuerdo que el Gobierno firmó con las FARC en 2016 no se pueden derogar ni con referendos ni con proyectos de ley.
“Entiendo su preocupación por proyectos de referendo o de ley para ‘hacer trizas los acuerdos de paz’ mediante la derogatoria de la JEP. Yo no me preocuparía tanto porque ni los acuerdos ni la JEP son derogables. Es un imposible categórico jurídico y político”, dijo Santos en una carta enviada al jefe del partido FARC, Rodrigo Londoño.
Esto luego de que el pasado 15 de octubre la senadora Milla Romero, del partido uribista Centro Democrático, radicó en el Congreso colombiano un proyecto de acto legislativo para derogar la JEP, creada a instancias del acuerdo de paz.
Tres días antes, el expresidente Álvaro Uribe, máximo opositor de las negociaciones de paz, insistió en la propuesta de impulsar un referendo para acabar la JEP.
SEGUIR INSISTIENDO EN IMPLEMENTACIÓN
En la misiva, Santos dijo a Londoño, conocido en su época de guerrillero como “Timochenko” y último comandante de las FARC, que “hay que seguir abogando también por la implementación integral del acuerdo”.
“Es un compromiso que obliga a las dos partes. El Estado tiene que cumplir, pero ustedes también, y no puede ser un cumplimiento a medias”, expresó el exmandatario, Nobel de Paz de 2016.
En ese sentido, Santos recordó que el acuerdo y su implementación hacen parte de la Constitución colombiana y son una obligación para este Gobierno y para los dos que le seguirán.
“Ningún decreto, ninguna ley, ninguna reforma constitucional, ni siquiera un referendo, los puede echar para atrás. Como bien lo han dicho eminentes juristas (…) ‘tienen una fuerza jurídica superior y articulan en su seno exigencias inderogables del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho internacional humanitario y del derecho penal internacional'”, expresó.
RECONOCIMIENTO DE CRÍMENES
Los dirigentes del partido FARC, surgido de la desmovilización de la guerrilla, sorprendieron al país en octubre al comunicar a la JEP que asumían la autoría del asesinato del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, perpetrado el 2 de noviembre de 1995 cuando el político salía en su automóvil de la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá.
Este mes, la antigua guerrilla se atribuyó también la planeación y ejecución de dos atentados con explosivos contra el exvicepresidente colombiano Germán Vargas Lleras en una carta dirigida a Santos, que es a la que el exmandatario está respondiendo.
Vargas Lleras fue víctima de dos ataques terroristas, uno de ellos el 13 de diciembre de 2002 con un libro-bomba que le amputó varios dedos de la mano izquierda y otro el 10 de octubre de 2005 con un carro bomba del que salió ileso aunque la explosión dejó nueve heridos.
“Aprecio también que hayan reconocido el asesinato de Álvaro Gómez y los atentados al vicepresidente Germán Vargas. En una reacción que lo enaltece, Vargas reconoció el gesto y aceptó su solicitud de perdón sin necesidad de un acto simbólico. La verdad fue suficiente. Saber perdonar requiere entereza y coraje, y es componente indispensable de cualquier reconciliación”, dijo Santos.
Finalmente el exmandatario dijo que las críticas al proceso de paz y a la JEP no se detendrán porque son “para algunos una consigna y una estrategia política electorera”.
“Para los detractores nunca habrá suficiente justicia ni suficiente reparación. Pero por fortuna la gente se está dando cuenta de que es mejor la paz que la guerra”, apostilló. EFE
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