Barcelona (España), 19 jun (EFE).- El escritor español Carlos Ruiz Zafón, autor de “La sombra del viento”, el tercer libro más vendido en toda la historia de las letras hispánicas y ya un clásico de la literatura contemporánea, falleció este viernes en Los Ángeles (Estados Unidos) a los 55 años de edad a causa de un cáncer.
El Grupo Planeta dio a conocer esta mañana el fallecimiento del autor, que vendió más de 10 millones de ejemplares de “La sombra del viento”, solo superado por “El Quijote” de Cervantes y “Cien años de Soledad”, de Gabriel García Márquez, y al que calificaron de “uno de los mejores novelistas contemporáneos”.
El “Cementerio de los libros olvidados”, publicado en 2001, dio paso a una tetralogía que se completó con “El juego del ángel” (2008), “El prisionero del cielo” (2011) y “El laberinto de los espíritus” (2016), formando un universo literario a partir de una Barcelona sombría y de ambiente “gótico”.
“Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él”, señala uno de los personajes literarios creados por Zafón, el señor Sempere, a su hijo Daniel mientras le descubre el secreto del “Cementerio de los Libros Olvidados”.
Así, este “Cementerio de los Libros Olvidados” se convirtió en “un símbolo de los libros, de la lectura y de la pervivencia de la memoria. Es un hallazgo literario de primera magnitud y uno de los clásicos del siglo XXI”, indicó a Efe el editor de Planeta Emili Rosales.
Para Rosales, la clave del gran éxito de Ruiz Zafón fue “haber dado con algo que simboliza la lectura misma, la literatura, los libros y haber convertido ese espacio imaginado de Barcelona en un símbolo universal de la lectura y el libro”, en un momento, además, en el que se dudaba de su potencia y dando “un empujón enorme a la pasión por la lectura”.
Nacido en la capital española el 25 de septiembre de 1964, Ruiz Zafón vivió su infancia en el barrio de La Sagrada Familia, un monumento que aparece en las páginas de sus libros, al igual que otros muchos espacios de Barcelona, como la antigua librería Canuda, cuyo laberíntico sótano poblado de viejos volúmenes inspiró el “Cementerio de los libros olvidados”.
Ruiz Zafón estudió en el Colegio de Jesuitas del barrio de Sarriá, donde escribió sus primeras historias e, interesado por el cine y la producción audiovisual, se matriculó en Ciencias de la Información, carrera que no terminó, y empezó a trabajar en agencias de publicidad.
Su vocación literaria le llevó a debutar en 1993 con “El príncipe de la niebla” (1993), que obtuvo el Premio Edebé de Literatura Juvenil, cuya dotación utilizó para poner rumbo a Estados Unidos, donde residió desde 1994 con su familia.
En California se dedicó a la escritura, de libros, pero también de guiones para la industria cinematográfica: “El guion es un cubito de caldo y la novela el guiso completo”, había llegado a decir.En Los Ángeles alumbró sus siguientes novelas juveniles, “El palacio de la medianoche” (1994) y “Las luces de septiembre” (1995), que cerraron “La trilogía de la niebla”.
Su momento llegó con su primera novela para adultos, “La sombra del viento” (2001), todo un fenómeno editorial por la repercusión de su éxito, pues fue traducida a más de 40 idiomas, se publicó en 50 países y alcanzó los más de 10 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo.
Tras el ‘boom’ de “La sombra del viento” llegaron en años posteriores “El juego del ángel”, “El prisionero del cielo” y “El laberinto de los espíritus”, la cuarta y última entrega de una saga con la que Zafón quería crear un híbrido de todos los géneros, en el que apareciera la tragedia, la novela policial, la sátira, la comedia de costumbres, la intriga o la novela de amor.
La “zafonmanía”, vista como sinónimo de la pasión por la lectura, tenía su traducción en cifras, excepcionales en el panorama literario español y más propio de los grandes ‘bestseller’ anglosajones, con primeras ediciones de un millón de ejemplares en España; o ventas de casi 250.000 ejemplares en solo un fin de semana.
Zafón se resistió siempre a llevar a la gran pantalla sus novelas, pese a que no le faltaron ofertas multimillonarias, pues consideraba que sería “un error intentar transformarlas en otra cosa para hacerlas más populares o intentar exprimirlas, porque no hace falta que todo sea una serie, una película o un videojuego”, llegó a decir.
Las reacciones y pésames por la temprana muerte del escritor se han sucedido durante todo el día, y así las redes sociales se convirtieron hoy en un mural donde brillan con fuerza las portadas de todos sus libros, pero también en un espacio donde personalidades del mundo de la política, la literatura o el arte despidieron a este “novelista referente de nuestra época”.
Así lo calificó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de su cuenta personal de Twitter, donde lamentó la pérdida de “uno de los autores españoles más leídos y admirados en todo el mundo”.
EFE.
jo/cn/hm/icn