México, (EFE).- El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, tachó de “inaceptable” la supuesta esterilización forzada de migrantes mexicanas y de otros países en Estados Unidos, y previó “sanciones” si se confirman estos hechos.
“Es algo inaceptable que rechazamos de antemano aún sin tener toda la información confirmada”, expresó el canciller en conferencia de prensa en Palacio Nacional junto con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Ebrard informó que el servicio consular de México en Estados Unidos ya se ha entrevistada con “seis de las que potencialmente podrían haber estado sujetas a este procedimiento” y que esta semana seguirá contactando a otras mujeres.
“Incluso en Estados Unidos hay toda una reacción importante de muchas organizaciones y esto tiene que esclarecerse. Si se confirma, es un asunto mayúsculo y debe no solo sancionarse sino tomar otras medidas”, expresó el canciller.
De todas formas, el secretario prefirió no “adelantar” la respuesta de México hasta tener toda la información, aunque López Obrador abrió la puerta el lunes a denunciar a Estados Unidos.
“Hay un asunto que estamos atendiendo sobre un caso de mujeres que todavía tenemos abierta la investigación; es el único tema que podría, todavía no está suficientemente investigado, llevar a una denuncia de parte de México hacia el Gobierno de Estados Unidos”, expresó el mandatario.
El pasado 17 de septiembre, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que los consulados mexicanos en Atlanta (Georgia) y El Paso (Texas) están investigando “una serie de histerectomías no autorizadas en mujeres hispanohablantes” en centros de detención migratoria en Irwin (Georgia) y El Paso.
El Gobierno mexicano pidió a Estados Unidos “información detallada” sobre la extracción del útero a estas mujeres, que fue denunciada por activistas estadounidenses.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), por su parte, anunció la semana pasada que abrirá una pesquisa independiente sobre las denuncias de histerectomíasen el Centro de Detención de Irwin. EFE
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