Miquel Muñoz, México, 6 ene (EFE).- El Gobierno mexicano inicia 2021 con un nuevo ataque a las energías renovables a las que responsabiliza del apagón masivo de diciembre después de haber utilizado la pandemia para justificar el año pasado una serie de medidas políticas para limitarlas y frenar su desarrollo.
Para explicar un fallo en la transmisión que el 28 de diciembre dejó sin luz a más de 10 millones de mexicanos, la paraestatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) propuso el lunes “sacar de operación” a las plantas renovables de operadores privados.
“Lo que nos preocupa a los que trabajamos en el sector es que se utilice esta situación actual para continuar con la campaña contra las renovables, dado que las renovables no tuvieron en ningún momento la culpa”, expresó a Efe Paul Alejandro Sánchez, especialista en energía del Tecnológico de Monterrey.
Sánchez explicó que “existen mecanismos y protocolos correctivos” para evitar que un exceso de energía renovable en momentos de baja demanda, la causa del apagón según la CFE, sature la red de transmisión.
“Decir que el 38 % de la energía renovable en un punto del país destruye la confiabilidad del sistema no es lógico”, apuntó.
PROTECCIÓN LEGAL
La CFE tiene la competencia exclusiva para la transmisión de la energía en México, pero es un actor más del mercado de generación y no puede “permitir o no permitir la integración de renovables”, segun el especialista del Tecnológico de Monterrey.
El garante del mercado es el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), a quien la CFE pidió sacar de operación a las renovables, algo que según el consultor Gonzalo Monroy es “ilegal”.
“No tiene facultad alguna el Cenace para violar la ley. Los tribunales así lo han determinado en las suspensiones definitivas, parciales e incluso en un amparo que ya se resolvió. El Cenace no tiene facultades para hacer esto”, señaló.
El Cenace estuvo presente en las dos primeras ruedas de prensa que la CFE ofreció para explicar el histórico apagón, aunque no en la última.
Su presencia extrañó al sector energético, así como también el tono de superioridad utilizado por el director de la CFE, Manuel Bartlett, para dirigirse a los directivos del Cenace, un organismo en principio independiente.
“Ellos siguen pensando que el Cenace no existe y que es una filiación de la CFE, cosa que es lo más alejado de la realidad que existe”, apuntó Monroy tras recordar que la energética paraestatal “no es una autoridad”.
“La preocupación es que estén presionando al Cenace para que haga lo que CFE quiera y seguir avanzando en la política que ellos tienen”, ratificó Sánchez.
INVESTIGACIÓN EN ENTREDICHO
En cualquier caso, las tres conferencias sobre el apagón las ha llevado a cabo la CFE, que comanda una investigación que no convence a los expertos, quienes piden que busquen las causas organismos ajenos a la empresa pública.
“Todo esto son las pesquisas de una empresa, la empresa más poderosa del país si quieres, pero es una empresa. Quien debería salir es la autoridad, y la autoridad se llama Cenace, Secretaría de Energía y en su caso hasta la Comisión Reguladora de Energía”, reclamó Sánchez.
Los resultados expuestos hasta ahora tampoco invitan a creer en las pesquisas, después de que una de las primeras versiones atribuyera el apagón a un incendio en Tamaulipas, en el norte del país, que ni siquiera se produjo el día del fallo.
La propia CFE ha reconocido ya que el documento de Protección Civil que presentó con los datos del incendio era falso, algo que el presidente del país y principal responsable de intentar reflotar la paraestatal, Andrés Manuel López Obrador, no condenó.
“Es bueno reconocer que se cometió un error o más que eso, el que se haya inventado un suceso, un incidente, entonces que la Comisión Federal de Electricidad siga investigando”, dijo este miércoles el mandatario.
Ante este escenario, Gonzalo Monroy pidió la intervención del Congreso para esclarecer este asunto de “seguridad nacional”. EFE
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