Por Gustavo Castro Caycedo.
Es posible que muchos habitantes del Archipiélago de San Andrés y Providencia, inclusive, no sepan que desde allí se contribuyó en forma decidida a la Independencia de Colombia; que a nombre de Chile y Buenos Aires (hoy Argentina) se instaló en la Vieja Providencia el cuartel general de uno de los más famosos poseedores en “América la nueva”, de una “Patente de Corso”, que le permitía (de manera legal), perseguir y saquear barcos enemigos, con la clara misión de ayudar a la Independencia de nuestro país.
Y seguramente se desconoce aún a pesar de luchar por la misma causa con el General Simón Bolívar, y de haberse consagrado ese corsario francés Don Luis de Aury como “el libertador de San Andrés y Providencia”, nunca se entendió con Bolívar.
Debe resaltarse que el 4 de julio de 1818, el hoy Departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, fue el primer territorio de la Nueva Granada en declarar su independencia de la Corona española.
El archipiélago de San Andrés y Providencia (que estuvo ocupado por soldados ingleses, españoles y holandeses), fue anexado al Virreinato de la Nueva Granada en noviembre de 1803, por Carlos Cuarto, quien fuera Rey de España entre 1788 y 1808.
En una carta enviada hace 188 años al coronel Mariano Montilla, (el 5 de diciembre de 1820) Don Luis de Aury escribió: “Emprendí, por medio de nuevas tentativas, con el sacrificio de mis propios recursos, el rescate de esta parte de la costa continental, sojuzgada por las armas de España. Por los papeles públicos se habrá impuesto Vuestra Majestad, a su debido tiempo de que, habiendo recibido, una comisión especial de los gobiernos de Buenos Aires y Chile para cooperar a la libertad de la Nueva Granada, en ejercicio de ella fijé mi cuartel general y departamento en las Islas de Catalina y Vieja Providencia, comprendidas en la jurisdicción de ese reino, desde donde he trabajado incesantemente y con inmensas fatigas, a fin de ponerme en estado de desempeñar la confianza de mis comitentes. Mi mayor gloria la cifro en acreditar más y más, en cuantas ocasiones me brinde la carrera del honor que sigo, el infatigable celo con que propendo distinguirme entre todos los nobles hijos de Colombia, mi patria adoptiva”.
Primera proclama de De Aury
El escritor Antonio Cacua Prada, (el más destacado biógrafo de Luis de Aury) en su libro, El Corsario Luis Aury, Intimidades de la Independencia, obra ligada íntimamente a la historia de estas islas, registra la primera proclama de Aury, el 1º de Julio de 1918, emitida desde su cuartel de la Isla de Santa Catalina: “Compatriotas: Ensoberbeceos con el noble entusiasmo inseparable de nuestra causa; unámonos todos para obtener la independencia y preciosas libertad que es el fin y recompensa de todos nuestros esfuerzos o una muerte digna de los hijos de Colombia”.
Aury nació en París en 1781, su nombre era Louis Michel. En 1800 terminó como cadete de la marina de Francia y luego emigró a los Estados Unidos donde recibió su “Patente de Corso”, para operar en el Caribe, bajo las órdenes de Andrew Jackson, a la postre presidente de esa nación.
En 1.813, fue contactado en Baltimore por Don Pedro Gual, secretario del General Francisco Antonio de Miranda, mandatario de Venezuela. Viajó con aquel a Cartagena en marzo de ese año para incorporarse a la campaña libertadora.
La toma de vieja Providencia
Según Wenceslao Cabrera Ortiz en su libro, San Andrés y Providencia, historia, en Julio de 1818 apareció el célebre aventurero francés Don Luis de Aury, de 30 años de edad, equipado con 14 naves, hombres de mar y de guerra, quien actuando bajo la bandera de las repúblicas de Buenos Aires y Chile, atacó y tomó las islas de Providencia y san Andrés.
Don Luis García, representante del gobierno, no tuvo más remedio que capitular ante las fuerzas inmensamente superiores de Aury, el cual sin embargo se presentaba como ferviente patriota, deseoso de servir y ayudar en la campaña que Simón Bolívar adelantaba en las tierras de Venezuela, Nueva Granada -hoy Colombia– y Perú.
Aury prácticamente no tuvo resistencia porque los españoles huyeron “sin disparar un sólo tiro”. Proclamó la independencia del Archipiélago y escogió como sede de su cuartel general la isla de Santa Catalina. “Asumió el poder militar (anota Cacua) y designó al teniente coronel Garbans como gobernador civil.
Integró un consejo de capitanes y nombró como Secretario de Estado a Luis Perú de Lacroix, quien se le había unido en los Cayos de San Luis, Haití. Con fervor, entusiasmo y denuedo, Aury y sus corsarios se dedicaron a trabajar para hacer de providencia una “instalación defensiva y ofensiva verdaderamente estratégica”, pero el 8 de Agosto de 1818 un huracán barrió con la flota corsaria de Don Luis.
Él había participado antes en la defensa de Cartagena, sitiada por el Pacificador Pablo Morillo. En efecto, Don Luis entró entonces a la historia de Colombia el 6 de diciembre de 1915, porque con su valor y arrojo salvó más de 2000 vidas de ilustres personalidades a quienes sacó de “La Heroica” en 13 barcos ligeros que cruzaron por entre los de la armada española y cuyo destino final fue Haití, gobernada por el Presidente Alejandro Petión, aunque luego fueron presa de la furia del mar.
Poco después llegó a Haití, Simón Bolívar, y el 7 de febrero de 1816 convocó, “en el sitio de Sabane, una asamblea de patriotas emigrados, para tratar sobre una nueva expedición que libertara a Venezuela, partiendo de Haití, con el apoyo de Petión”, cuenta Cacua Prada.
Enemistad Aury – Bolívar
A esta asamblea también asistió don Luis de Aury, quien desde ese día se enemistó con el Almirante Pedro Luis Brión y con Simón Bolívar por discrepancias sobre la forma como se debía conformar el comando de la expedición para el que fue nombrado como jefe el Libertador, siendo marginado Don Luis.
Luego de este capítulo y después de ir a México donde fue Gobernador de la provincia de Texas, cuenta Wenceslao Cabrera, que don Luis de Aury llegó a Providencia con doce franceses más, con un grupo grande de haitianos, y con el italiano Agustín Codazzi (posteriormente cabeza de la Comisión Corográfica) y quien ayudó a la reconstrucción de las fortalezas de Vieja Providencia y Santa Catalina que sirvieron como cuartel general de Aury.
El corsario de Aury tenía bajo su mando más de 12 buques muy bien armados con los que atacaba a los barcos españoles, y otras naves que surcaban las aguas cercanas a las islas.
Gracias a sus gestas, Don Luis de Aury fue nombrado Comodoro.
Pero por su enemistad con Brion y de Lacroix, cuenta Antonio Cacua que Aury expresó:”Fui vituperado y cubierto de oprobios y expulsado del territorio que había jurado ser mi patria”
El corsario hizo pública desde su cuartel de Vieja Providencia el 15 de Julio de 1821, una elocuente exposición dirigida al Congreso de Colombia sobre sus actividades desde cuando en 1813 llegó a Cartagena, hasta esa fecha.
La muerte de Luis de Aury
Entre los documentos que Aury adjuntó a su mensaje al Congreso, figura un Oficio para él, enviado por el vice-presidente de Cundinamarca, (gigantesco Estado que cubría hasta las Islas de San Andrés y Providencia), en el cual lo trata como: “Amigo y defensor de la independencia”, y le presenta “sus más ardientes votos de gratitud y aprecio por los servicios que ofreció a Colombia“.
En marzo de 1821, Luis de Aury organizó su última expedición sobre las costas de Centro América en compañía de su amigo Agustín Codazzi. Y en mayo, terminó su carrera naval, retirándose a su cuartel de Providencia con el título de Comodoro.
Tres meses después, el 20 de Agosto, Aury se accidentó cayéndose de un caballo. El famoso corsario murió el 29 de Agosto de 1921, “en brazos de su compañero Agustín Codazzi, en la casa de Mary Hill, en compañía de su amiga Lucinda Barr y de una esclava”.
Con todos los honores militares lo enterraron en el antiguo Castillo de Santa Teresa,bautizado por Aury como la “Fortaleza Independencia”. Allí quedó para siempre el corsario francés que libertó el archipiélago de San Andrés y Providencia, que quiso intensamente a nuestra patria, y a quien, (según Wenceslao Cabrera), “Bolívar dejó muy dolido y descontento, por haber preferido a Luis Brion, quien se convirtió en su gran enemigo”, (de De Aury), y quien coincidencialmente murió un mes después de este, el 27 de septiembre en Curazao, su tierra.
Unos meses después, a mediados de 1822, el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, fue adherido a la Constitución de Cúcuta.