Por: pantallazosnoticias.com.co
Según los autores del estudio, también serían hasta tres veces más efectivos que las pruebas convencionales.
Los perros poseen hasta 300 millones de células olfativas, en comparación con solo 5 o 6 millones en los humanos, y usan un tercio de sus cerebros para procesar la información del olor, en comparación con solo el 5% de los humanos. Los perros entrenados para reconocer compuestos orgánicos volátiles específicos han identificado con éxito a pacientes con cáncer de pulmón o de intestino y hasta ayudar en el diagnóstico de epilepsia. Por ello no es extraño que algunos expertos se hayan planteado usarlos con otros propósitos: detectar el Covid-19.
De acuerdo con un estudio publicado en Journal of Osteopathic Medicine y liderado por Tommy Dickey y Heather Junqueira, los sabuesos (razas de perros entre las que se incluyen los Beagle, Foxhound, Spaniel o los Basset) resultan ser una forma más económica, rápida y efectiva de detectar COVID-19, y podrían ser una herramienta clave en futuras pandemias. Los resultados del estudio señalan que este tipo de canes son tan o incluso más efectivos, que las pruebas convencionales de COVID-19 como la RT-PCR.
El equipo de Dickey y Junqueira analizó 29 estudios en los que se usaron perros para detectar el COVID-19. Los estudios se realizaron utilizando más de 31.000 muestras cedidas por más de 400 científicos de más de 30 países y se recurrió a unas 19 razas de perros diferentes. En algunos estudios, los perros olfatearon a las personas directamente, a veces en lugares públicos, como un control de salud. Mientras que en otros casos se trataba de muestras obtenidas de pacientes, como sudor, saliva u orina.
En la mayoría de los estudios, los perros demostraron una sensibilidad y especificidad similar o mejor que las PCR (el estándar en lo que respecta a las pruebas de antígenos). En uno de los estudios, cuatro de los perros pudieron detectar el equivalente a menos de 2,6×10 copias de ARN viral por mililitro. Esto equivale a detectar una gota de cualquier sustancia olorosa disuelta en diez piscinas olímpicas y media y es tres órdenes de magnitud mejor que los instrumentos científicos modernos.
Así, según los autores, los perros podrían detectar COVID-19 en pacientes sintomáticos, presintomáticos y asintomáticos, junto con nuevas variantes de COVID e incluso COVID prolongado. Una de las principales ventajas de usar los perros fue su velocidad: proporcionaban un resultado en segundos o minutos y no requerían equipos de laboratorio costosos ni creaban montañas de desechos plásticos, a diferencia de los enfoques de diagnóstico convencionales.
“Aunque muchas personas han oído hablar de las habilidades excepcionales de los perros para ayudar a los humanos – explica Dickey -, su valor en el campo de la medicina se ha considerado fascinante, pero no está listo para el uso médico en el mundo real. Después de haber realizado esta revisión, creemos que los perros de rastreo merecen su lugar como una metodología de diagnóstico seria que podría ser particularmente útil durante las pandemias, potencialmente como parte de exámenes de salud rápidos en espacios públicos. Estamos seguros de que los perros rastreadores serán útiles para detectar una amplia variedad de enfermedades en el futuro».
Los autores concluyen que este análisis internacional sobre perros y la descripción de su capacidad de detectar COVID, quizás por primera vez, demuestra que nuestros «mejores amigos» están listos para las aplicaciones médicas convencionales. Eso sí, siempre será posible utilizarlos mientras el sabueso no pueda ser contagiado con un virus similar por los propios humanos.