Berlín, 2 nov (EFE).- Alemania recibió este lunes en el puerto de Nordenham, en el noroeste del país, el primer transporte en nueve años de contenedores “castor” con residuos nucleares alemanes procedentes del extranjero, en concreto de Reino Unido, donde habían sido procesados.
Los seis contenedores “castor”, que llegaron a bordo del carguero “Pacific Grebe”, serán trasladados, posiblemente mañana, por tren al almacén provisional en la central nuclear de Biblis, en el estado federado de Hesse, a más de 500 kilómetros de distancia, informó la televisión pública regional NDR.
La Sociedad de Servicios Nucleares (GNS), encargada del transporte, señaló que antes de iniciar el traslado en tren de los residuos, expertos proceden a medir la radiación de los vagones para garantizar que ésta no supera los límites permitidos.
Las dos posibles rutas hasta Biblis por las que los contenedores “castor” circularán hasta su destino final por una vía única han sido protegidas con medidas adicionales, precisó la policía, que cuenta con posibles acciones de protesta por parte de activistas antinucleares.
Así, la iniciativa “Bloc Castor” ha anunciado su intención de bloquear el tren, mientras ya el fin de semana tuvieron lugar varias protestas en ciudades como Nordenham, Oldenburgo, Gotinga y Bremen.
Pero no sólo iniciativas ecologistas han criticado el transporte, entre otras razones, porque Alemania todavía no cuenta con una ubicación definitiva para un cementerio nuclear, sino también políticos y la policía, al considerar que representa una carga adicional en tiempos de pandemia.
Así, el estado federado de Baja Sajonia pidió sin éxito al gobierno federal el aplazamiento del transporte procedente de la planta de procesamiento de Sellafield.
La ministra de Medio Ambiente, Svenja Schulze, defendió el transporte y recordó que Alemania está obligada contractualmente a recibir de vuelta los residuos producidos en las centrales nucleares del país y no a “abandonarlos en el extranjero”.
En declaraciones al grupo mediático Funke agregó, además, que aplazar el transporte no era posible por razones logísticas y de autorización.
Al mismo tiempo intentó calmar a los activistas antinucleares y afirmó que si antes la cuestión giraba en torno a si se era partidario o contrario a la energía nuclear, hoy en día este tipo de transporte sirve para “liquidar una era atómica que por suerte está cercana a su fin”.
El anterior transporte con residuos nucleares alemanes procedente del extranjero llegó a Alemania en noviembre de 2011.
El traslado de los residuos procesados en La Hague (Francia) hasta el depósito provisional de Gorleben se prolongó durante cinco días debido a que activistas bloquearon las vías.
Alemania quiere establecer hasta 2031 un emplazamiento permanente y seguro para alrededor de 1.900 contenedores “castor” con unos 27.000 metros cúbicos de residuos radiactivos una vez se cumpla el abandono definitivo de la energía nuclear en Alemania, fijado para fines de 2022. EFE
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