Por: REPORTEROS ASOCIADOS DEL MUNDO
Naciones Unidas, (Prensa Latina) Justo cuando la humanidad celebra la Semana Mundial del Agua, un nuevo informe confirmó una crisis de ese recurso agua sin precedentes generada por el aumento de la demanda y la aceleración del cambio climático.
Una cuarta parte de la población mundial se enfrenta actualmente a un estrés hídrico extremadamente elevado, y se prevé que otros mil millones de personas se vean afectados de aquí a 2050, según el Atlas de Riesgos Hídricos del Acueducto del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés).
Esa situación significa que los países están utilizando casi toda el agua que tienen, al menos el 80 por ciento de su suministro renovable, según el documento, que se publica cada cuatro años.
De acuerdo con el texto 25 países, que representan el 25 por ciento de la población mundial, sufren cada año un estrés hídrico extremadamente alto, siendo Bahrein, Chipre, Kuwait, Líbano y Omán los cinco más afectados. Incluso una sequía de corta duración podría poner a estos lugares en riesgo de quedarse sin agua.
El agua o la falta de ésta tiene gran impacto en muchos otros aspectos de la Humanidad: la producción de alimentos, de energía, el cambio climático, la educación y la salud.
Podría decirse que es el elemento básico sin el cual no está garantizada la vida, y sin embargo, es un recurso escaso en algunas zonas del mundo, con datos alarmantes ya que se estima que cuatro de cada 10 habitantes a nivel global están afectados por escasez de agua.
Es el líquido más importante del planeta y, sin embargo, no se gestiona de un modo que lo refleje, afirmó la responsable de Datos de Aqueduct del Programa de Agua del WRI y autora del informe, Samantha Kuzma.
En todo el mundo, la demanda de agua se ha más que duplicado desde 1960, y el informe prevé que aumente entre un 20 y un 25 más de aquí a 2050, como consecuencia del crecimiento de la población y los requerimientos de industrias como la agricultura, junto con políticas insostenibles de uso del preciado líquido y la falta de inversión en infraestructuras.
Por regiones Medio Oriente y el norte de África son consideradas las de mayor escasez, donde toda la población vivirá con un estrés hídrico marcadamente elevado a mediados de siglo, según predicen los expertos, lo que afectará al suministro de agua potable, lo que alimentar conflictos políticos.