Río de Janeiro, 11 jun (EFE).- Las arenas de la icónica playa de Copacabana de Río de Janeiro amanecieron este jueves con un centenar de fosas rasas que fueron abiertas para rendir tributo a las casi 40.000 víctimas fatales dejadas por el coronavirus en Brasil, así como para cobrar medidas más eficaces de combate a la pandemia.
En una protesta organizada por la ONG Río de Paz, vinculada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), manifestantes cuestionaron también la postura del Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, uno de los más escépticos sobre la gravedad, en medio de la gestión de la pandemia, que ya deja 39.680 muertos y casi 780.000 infectados en el país.
Cerca de 40 voluntarios han abierto un centenar de fosas rasas para simbolizar las muertes por COVID-19 y han pedido así medidas más contundentes de combate al avance de la enfermedad en Brasil, el segundo país del mundo con más casos y que ocupa el tercer puesto en número de fallecidos.
“Brasil está desnudo ante el mundo. Todas sus injusticias sociales y desgobierno han emergido en estos meses de pandemia”, señaló el presidente de Río de Paz, Antonio Carlos Costa.
En la última semana, el país suramericano, uno de los epicentros del coronavirus, ha registrado tres récords consecutivos de muertes y se viene manteniendo por encima de los 1.000 decesos por día.
De mantenerse la acelerada expansión de la pandemia, Brasil podría sobrepasar en los próximos días en número de muertos al Reino Unido, una “trágica e inaceptable estadística” que “demanda acciones urgente por parte del Gobierno Federal, según Carlos Costa.
Para él, “si no se produce un cambio de rumbo” por parte de Bolsonaro en la gestión de “esa tragedia social”, Brasil se convertirá en “el país con el mayor número de muertos por COVID-19”, superando incluso a Estados Unidos.
“No hay Gobierno que esté conduciendo de forma peor esta crisis humanitaria que el nuestro”, recalcó.
Los voluntarios iniciaron el acto en la madrugada de este jueves enfrente al emblemático hotel Copacabana Palace, uno de los puntos más turísticos de la zona sur de Río de Janeiro.
En las fosas, que hacen una alusión a los “cementerios llenos de todo el país”, fueron colgadas banderas de Brasil y pancartas en las que se lee “Brasil, el país de las fosas”.
Entre otros puntos, los manifestantes reivindican la asistencia a las familias de situación de vulnerabilidad durante la emergencia sanitaria y económica del coronavirus, un profesional de salud al frente del Ministerio de Salud -hoy comandado interinamente por el general Eduardo Pazuello- y la presentación de metas y propuestas efectivas de combate a la enfermedad por parte del Gobierno.
Desde el inicio de la pandemia, Bolsonaro ha sido criticado dentro y fuera de Brasil por su gestión ante la mayor emergencia sanitaria del último siglo, a la que el presidente ultraderechista insiste en restar importancia e incluso ha calificado como “gripecita” y “neurosis”. EFE
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