Washington (EFE).- El principal epidemiólogo del Gobierno de EE.UU., Anthony Fauci, vaticinó este viernes que volver a una normalidad similar a la de antes de la pandemia no se logrará sino hasta “bien entrado” 2021 e incluso hasta finales del próximo año.
“Si estás hablando de volver a un grado de normalidad que se asemeje al que teníamos antes de la COVID, será hasta bien entrado 2021, tal vez incluso hacia el final de 2021”, señaló el experto a medios locales, en declaraciones recogidas por la cadena CNN.
El también director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. estimó que es “probable” no sea hasta “mediados o finales de 2021” que se logre que la mayoría o un porcentaje mayor de la población estadounidense esté vacunada, en caso de que se inicie la distribución de una vacuna.
Fauci exteriorizó, igualmente, su preocupación e incluso decepción de ver sitios abarrotados de gente.
“Tenemos un problema significativo que me preocupa mucho”, admitió, al describir como “impresionante” para él ver en algunos estados, ciudades y condados imágenes transmitidas por la televisión de “personas apiñadas en bares”, en lo que consideró un evento de mucha propagación de la enfermedad.
El pasado 2 de septiembre se conoció que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) han pedido a todos los estados del país estar preparados para distribuir a finales de octubre o principios de noviembre una posible vacuna contra la COVID-19, en caso de que esta se apruebe.
Según informaron entonces el diario The New York Times y la cadena de televisión CNN, los CDC enviaron esos documentos el pasado 27 de agosto, el mismo día en que el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró en su discurso ante la convención republicana que esperaba contar con una vacuna antes de fin de año.
Las farmacéuticas Pfizer, Moderna y AstraZeneca iniciaron estudios de la vacuna en la fase 3 en Estados Unidos.
Sin embargo, un portavoz de AstraZeneca anunció el martes de esta semana que esa firma decidió interrumpir un ensayo clínico para lograr una vacuna contra el coronavirus, porque uno de los participantes contrajo “una enfermedad potencialmente inexplicable”.
Estados Unidos llegó este viernes a 192.834 muertes y a 6.438.739 casos confirmados de la COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. EFE
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