Manama, 9 jun (EFE).- El conocido activista de derechos humanos bareiní, Nabil Rajab, fue excarcelado hoy después de cuatro años de prisión por delitos relacionados con la libertad de expresión, pero tendrá que cumplir el resto de su condena bajo arresto domiciliario, informaron su familia y el abogado.
Fuentes de la familia del activista confirmaron a Efe su puesta en libertad este martes, mientras su abogado dijo a través de Twitter que Rajab había salido de prisión sin ofrecer más detalles.
Su familia emitió un comunicado en el que detalló que Abu Adam, nombre más íntimo con el que se conoce a Rajab, tiene un sistema inmunitario “débil” y es “vulnerable” frente al coronavirus, sin especificar si este ha sido el motivo de su puesta en libertad.
“Es nuestro placer anunciar esta buena noticias (…) y pedimos a todos que entiendan las circunstancias sanitarias del país por el coronavirus”, dijo la familia en la nota, pidiendo disculpas a los “hermanos y hermanas” bareiníes que no podrán verle de momento.
El activista tendrá que permanecer bajo arresto domiciliario y realizar servicios sociales para cumplir su condena, de la que aún le faltan tres años.
En febrero de 2018 fue condenado a cinco años de cárcel por criticar a su Gobierno y al de Arabia Saudí en la red social Twitter, en la que expuso las condiciones de las prisiones de Baréin y se opuso a la intervención militar saudí en el Yemen.
En ese momento cumplía una sentencia a dos años de prisión por difundir “informaciones falsas” en entrevistas concedidas a medios de comunicación extranjeros.
La directora de investigación de Amnistía Internacional para Oriente Medio, Lynn Maalouf, dio la bienvenida a su puesta en libertad pero afirmó que “debe ir acompañada de la anulación de su condena y la retirada de todos los cargos contra él en relación a la expresión de opiniones pacíficamente, y poner fin a la injusticia por la que ha pasado” Rajab.
Asimismo, Maalouf dijo en un comunicado que en este “momento para celebrar” es imposible olvidar a “los otros muchos activistas pacíficos que permanecen entre rejas en Baréin”.
Por su parte, Sayed Ahmed al Wadaei, representante del Instituto de Baréin para los Derechos y la Democracia, con sede en Londres, destacó en una nota que Rajab es el primer detenido de “perfil alto” que es dejado en libertad desde el comienzo de la COVID-19 en Baréin y lo ha sido un día antes de que cumpliera cuatro años en prisión.
“Sin embargo, Nabil no tendría que haber pasado ni un sólo segundo en prisión, su único crimen es haber criticado al Gobierno de Baréin”, agregó Al Wadaei.
Antes de 2016 había sido arrestado y puesto en libertad numerosas veces por su implicación en las protestas de 2011, al calor de la Primavera Árabe, y se dio a conocer por su lucha por los derechos humanos en Baréin.
Baréin reprimió todas las voces críticas desde ese intento de revuelta popular, que fue liderado por la mayoría chií del país, la cual se siente discriminada por parte de la monarquía suní, que gobierna el país con puño de hierro. EFE
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