Por Fernando Calderón España
Vendan todo.
El Estado no debería tener nada.
Dejen todo en manos de empresarios monopolistas.
El monopolio, además, es monoteísta.
Como los gobiernos, canibalistas.
No ven que los monopolistas, dan trabajo. Aunque les cueste trabajo.
Hay que respetar a los patrones. Ellos son enviados del cielo para que usen nuestra diplomada ignorancia y la exploten.
Que los pobres estudien en el Sena para que logren el desayuno, el almuerzo, la comida y el polvito con la tontica, también pobre, que le envío la vida.
Que se llenen de hijos para que cumplan con la sentencia “creced y multiplicaos”.
Que salgan todos a trabajar, sin miedo, que entre todos venceremos al virus.
Los santos de las sacristías están diciendo que la naturaleza es sabia y que por eso mandó al virus para que matara a millones de humanos. Qué puta naturaleza tan sabía.
Cuidarnos es una sinvergüencería, dijo el policía de la esperanza. La avenida, claro.
Necesitamos la inmunidad de rebaño que es la de las ovejas, que en la manada dejan a las débiles alrededor, en los bordes del grupo, para que se las coman los leones.
La pandemia así es pan comido.
Necesitamos producir… así sean lágrimas.
A trabajar sin vergüenzas!
