París, 7 jul (EFE).- El feminismo francés no ha digerido algunos nombramientos del nuevo Gobierno, que este martes celebró su primer Consejo de Ministros y ante cuya puerta se congregaron algunas activistas para mostrar su descontento.
En su punto de mira, dos figuras: el nuevo titular de Interior, Gérald Darmanin, sobre quien pesa una acusación de violación, y el de Justicia, el mediático abogado Éric Dupont-Moretti, que con frecuencia se ha pronunciado contra el movimiento MeToo.
“Es un insulto al feminismo”, asegura la portavoz de la asociación feminista “Osez le feminisme”, Fabianne el Khoury, que considera que con esos dos nombres el Ejecutivo no puede presumir de la vocación igualitaria de la que presume el presidente, Emmanuel Macron.
Esos dos nombramientos han ocultado que, por vez primera, el Gobierno francés cuenta con más mujeres que hombres.
Ante la protesta, el nuevo portavoz del Ejecutivo, Gabriel Attal, se defendió asegurando que “este Gobierno no defenderá con menos fuerza los derechos de las mujeres”.
Sobre Darmanin, Attal antepuso la presunción de inocencia que debe también prevalecer para los políticos y señaló que la investigación no le inhabilita para figurar en el Gobierno.
En cuanto al nuevo titular de Justicia, el portavoz aseguró que, independientemente de sus opiniones pasadas, “una vez que entra en el Gobierno es solidario con sus posiciones”.
Las feministas no ocultan la contradicción de situar a un hombre acusado de violación al frente de las fuerzas del orden.
DENUNCIA DE VIOLACIÓN
“Muchas mujeres van a la comisaría a denunciar violaciones y se ven rechazadas por los agentes. Ahora una persona acusada de violación está al mando”, afirma El Khoury en la televisión “BFMTV”.
Darmanin, un político procedente de la derecha, designado por muchos como el delfín de Nicolas Sarkozy, siempre ha negado esas acusaciones y, además, presentó una denuncia por calumnias contra la demandante.
La acusación saltó a la luz en enero de 2018, cuando Darmanin era ministro de Hacienda. La Fiscalía abrió una investigación después de que una ciudadana denunciara que había sido violada en la habitación de un hotel en 2009.
Entonces, el joven político, que ahora tiene 37 años, tenía un cargo en el partido de Sarkozy y según la denunciante le invitó a la habitación de hotel a cambio de un favor político.
Allí la violó, según una denuncia que incluye algunos mensajes telefónicos del ahora ministro.
En uno de esos mensajes, la denunciante escribe: “Cuánto esfuerzo me costó follar contigo para que te ocuparas de mi caso”, a lo que el ahora ministro respondió: “Tienes razón, sin duda soy un sucio gilipollas. ¿Cómo puedo hacer que me perdones?”.
La justicia archivó en un primer momento la denuncia, pero tras el recurso de la denunciante lo reabrió y ahora se encuentra en proceso de investigación, sin que Darmanin esté imputado.
Al nuevo ministro del Interior también le han vuelto otros fantasmas del pasado. En concreto, antiguos mensajes de Twitter en los que se mostraba contrario al matrimonio homosexual.
Datan de la época en la que era un ferviente opositor al Gobierno del socialista François Hollande, que aprobó el matrimonio gay, y del que formó parte Macron como ministro de Economía.
Posteriormente, Darmanin se ha mostrado más favorable a ese tipo de bodas.
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MISOGINIA
Tampoco ha gustado a los colectivos feministas el nombramiento de Dupont-Moretti. El nuevo ministro de Justicia es conocido en el país por haber defendido a yihadistas, a Julien Assange, o a políticos corruptos, pero también por sus declaraciones polémicas, entre ellas algunas críticas muy fuertes a las feministas y al movimiento MeToo.
Siendo abogado aseguraba hace unos meses que “algunas mujeres echan de menos que les silbaran” al pasar por la calle, en medio de todo el movimiento que denunciaba los casos de machismo social.
Dupont-Moretti relativizó algunas acusaciones de violación en su papel de abogado defensor y salió en defensa del exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Khan, acusado de proxenetismo al participar en orgías con prostitutas en Lille.
“No son más que unos amigos que se divertían”, aseguró el letrado.
“Es un gran misógino”, indicó Fabianne el Khoury, que vio “una provocación” situarle al frente de la Justicia. EFE
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