Por Josette Díaz | 25/03/2021.
Los niños, esos seres maravillosos de cuerpo y ojos pequeños, pero con un universo inmenso en su interior, también cambiaron, se adaptaron o reaccionaron ante todos los cambios que trajo el Covid-19. Desde los más sublimes hasta los más profundos e incluso esos que aún permanecen y que pareciera que por ahora, no se van.
De acuerdo a los especialistas en comportamiento infantil, por naturaleza los niños son capaces de adaptarse con mayor facilidad a los cambios en su entorno. Pero qué pasa si esta nueva realidad los obliga a de algún modo dejar de hacer esas cosas que a los niños les encantan, como jugar libremente, abrazarse, prestarse juguetes, compartir la comida e incluso asistir a su escuela.
Muchos de estos pequeños no pudieron despedirse de sus amigos cuando llegaron todas las prohibiciones y las medidas para controlar el avance de la pandemia. No volvieron a visitar a sus abuelos o primos. Aprendieron del peor modo que despertarse temprano para ir a encontrarse con sus compañeros de escuela no era tan malo y quedaron confinados a su casa, a su habitación y que incluso, increíblemente, la computadora, la tablet y los juegos electrónicos comenzaron a ser aburridos.
¿Son diferentes los niños a quienes les tocó experimentar esto que pareciera es un nuevo orden mundial? Veamos que dicen los expertos. El UNICEF, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, preguntó a 30 niños de diferentes países de Latinoamérica, como Ecuador, Colombia y Venezuela, cómo se imaginaban el mundo sin pandemia.
Desde tener la oportunidad de volver a comer helados, ir a la escuela, abrazar a sus amigos y no usar mascarilla ni guantes, hasta poder vivir en paz y sin miedo, respetando el medio ambiente, a los animales y a todas las personas, fueron parte de las opiniones de estos niños, quienes con su voz enviaron un mensaje muy claro al mundo entero.
El video con una duración de 3 minutos, publicado en el portal de UNICEF Ecuador, en un solo día tuvo más de 60 mil interacciones y llegó a más de 3 millones de personas y sin duda nos invitó a reflexionar acerca de nuestro papel como seres humanos en el mundo. Sin duda, nos provoca también tener esos ojos pequeños, otra vez.
Video tomado de UNICEF Ecuador