¿Cómo afecta la tecnología en la salud de nuestro cerebro?

Por: pantallazosnoticias.com.co

Los dispositivos electrónicos se han convertido en una herramienta cotidiana en nuestras vidas, independientemente de la edad o la ocupación. Sin embargo, la tecnología puede traer consigo algunos efectos nocivos para la salud, particularmente en la forma en que funciona el cerebro.

Según el último censo del DANE, en Colombia existen 65,75 millones de teléfonos móviles y 51,39 millones de habitantes, lo que significa que cada colombiano tendría en promedio 1,2 celulares; adicionalmente, un estudio de 2022 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) asegura que Colombia es el segundo país que más observa redes sociales en el mundo.

Al respecto, el Dr. Alejandro Ramos, neurocirujano y director médico de la Clínica del Country y Clínica La Colina explica que “almacenar mucha de nuestra información en el celular implica que nuestro cerebro pierda el entrenamiento que necesita para recordar ciertas cosas, repercutiendo en pérdida de memoria a largo plazo y en la capacidad de comunicación -efectos negativos sobre las interacciones humanas con déficit en la adquisición del lenguaje-; adicionalmente, existen estudios que sugieren la asociación entre los tumores cerebrales y el uso del celular.

Por esta razón, en el marco del Día Mundial del Cerebro que se celebra el 22 de julio, el equipo de neurociencias de la Clínica del Country y Clínica La Colina hace un llamado para que los colombianos reconozcan los posibles efectos causados por el uso excesivo del celular:

  • Enfermedades cognitivas: la exposición excesiva a las pantallas afecta negativamente la concentración, el aprendizaje y la memoria principalmente a corto plazo, produciéndose un efecto de fascinación sin tener un juicio de lo que se observa, que es lo opuesto a la atención sostenida. En el caso de los niños, el uso de pantallas

es altamente adictivo, ya que “ingresan” en un sistema de recompensa causado por la dopamina, evitando el discernimiento. Por otra parte, el uso prolongado de la tecnología en etapa de desarrollo del cerebro aumenta la posibilidad de trastornos de aprendizaje.

Con relación al neuro – desarrollo, la exposición prolongada a pantallas se asocia a un mayor riesgo de enfermedad psiquiátrica, principalmente ansiedad y depresión, dada la temprana comparación e inmediatez en la información.

De acuerdo con el Dr. Ramos, el uso excesivo del celular puede causar efectos adversos en el rendimiento de la memoria en regiones específicas del cerebro: “al usar el teléfono realizamos múltiples tareas al mismo tiempo y esta falta de concentración implica una pérdida de la información.

  • Tumores de cabeza: una de las principales preocupaciones tiene que ver con el desarrollo de tumores; el especialista destaca algunos estudios que asocian la radiación que emite el celular con algunos canceres cerebrales. Sin embargo, no existe hasta el momento un estudio fuerte epidemiológico que haya encontrado una relación de causa – efecto entre el uso de celulares y los tumores del cerebro. No obstante, ante las posibles dudas, es importante tomar medidas de precaución en relación al correcto uso del celular.

El especialista comparte algunas recomendaciones generales para contrarrestar estos efectos adversos:

  • Evitar las pantallas en los niños menores de 2 años; entre los 2 y 5 años, se debe limitar su uso a menos de una hora al día; y por encima de 5 años, se debe considerar el criterio de los padres haciendo énfasis en un uso moderado.
  • Evitar llevar el teléfono celular en partes cercanas del cuerpo.
  • Evitar responder llamadas con el teléfono cerca al oído y/o a la cabeza, en lo posible utilizar el alta voz o audífonos.
  • Poner el teléfono en modo avión cuando no está en uso o cuando se lleva cercano al cuerpo.
  • Evitar utilizar el teléfono en espacios cerrados.
  • Evitar el teléfono en la habitación mientras se duerme.

El teléfono celular es un gran avance de la tecnología, pero su obsesiva utilización puede desencadenar alteraciones cognitivas, emocionales y conductuales, por lo cual se aconseja su uso responsable.

 

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