Por Daniel Eduardo Jiménez Zambrano – 13/03/2021.
Los efectos de la pandemia por Covid-19 han planteado grandes retos en materia económica para los países de América Latina, los cuales diseñan políticas públicas que permitan subsanar cargas económicas tratando de evitar una posible crisis social y comercial.
Por lo anterior, en un informe presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, propone cinco medidas que pretenden los alivios financieros entre los países del continente.
- Como primera medida se propone ampliar y redistribuir la liquidez desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo.
“La manera más rápida, eficiente y económica de aumentar la liquidez es llevar a cabo una emisión masiva de Derechos Especiales de Giro (DEG), a corto plazo, reasignar de forma voluntaria los DEG no utilizados de modo que la liquidez se reoriente desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo”, destaca el informe.
- La segunda estrategia comprende el vínculo con los bancos multilaterales de desarrollo, los cuales permiten el fortalecimiento de la cooperación regional para aumentar la capacidad de préstamo y respuesta de las instituciones financieras regionales, subregionales y nacionales.
“La capacidad de préstamo de los bancos de desarrollo puede incrementarse por dos medios diferentes: aumentando la capitalización, y flexibilizando los criterios de préstamo. El BCIE aumentó el capital autorizado un 40% (2.000 millones de dólares) en abril de 2020, y el BID está considerando la posibilidad de aumentar el capital de modo que los préstamos anuales puedan llegar a casi 20.000 millones de dólares (Martin, 2021)”.
- Con la tercera medida se compre la reforma institucional de la arquitectura de la deuda multilateral, la cual propone la creación de una agencia multilateral de calificación crediticia que pueda evitar los conflictos de intereses entre el sector privado y el público.
“Es necesario que haya un mecanismo internacional de reestructuración de la deuda soberana para hacer frente a las obligaciones contraídas con los acreedores privados. Un ejemplo de esta necesidad son las reestructuraciones que en 2020 se pusieron en práctica con acreedores” privados en la Argentina, el Ecuador y Suriname, que, en ausencia de dicho mecanismo, llevaron a que se adoptaran duras medidas de austeridad”, puntualiza el escrito.
- La cuarta medida política busca proporcionar a los países instrumentos que permitan aumentar la capacidad de reembolso de la deuda, con la finalidad de evitar endeudamientos excesivos.
“Este instrumento reduce la carga de la deuda cuando la economía se encuentra en un período de crecimiento lento, situación que normalmente va acompañada de una reducción de los ingresos públicos. En este sentido, los bonos vinculados al ingreso nacional proporcionan un mecanismo de seguro contra las crisis de liquidez fiscal en los malos tiempos, y con ello reducen la probabilidad de que se suspenda el pago de la deuda y de que haya que reestructurarla”, refiere el informe especial.
- La quinta y última estrategia detalla integrar las medidas de liquidez y de reducción de la deuda a una estrategia de financiamiento para el desarrollo para la recuperación económica de los países en un entorno igualitario y sostenible
“El Banco Mundial ha respondido a la pandemia con un paquete importante de 160.000 millones de dólares centrado en la salud, en proteger a los pobres y los vulnerables, en garantizar un crecimiento sostenible de las empresas y el empleo, en fortalecer las políticas y las instituciones, y en fomentar la inversión a fin de reconstruir mejor. Sin embargo, está previsto que América Latina y el Caribe reciba solo un 2,8% del total (4.500 millones de dólares)”, precisa el texto.
El informe comprende de veinte (20) páginas en el cual se explica de manera detallada las estrategias que buscan servir para la recuperación económica de los países debido a la pandemia por Covid-19. https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/46710/S2100064_es.pdf
