Nuakchot, 10 sep (EFE).- Cientos de familias en Mauritania se han visto damnificados tras las inundaciones causadas por las fuertes lluvias en varias zonas del país, informaron a Efe fuentes oficiales.
En varios barrios de la ciudad de Rosso (200 kilómetros al sur de Nuakchot), en las orillas del río Senegal, el agua inundó calles, mercados y casas, y obligó a los residentes a abandonar sus domicilios, explicó Sidi Bouya Ould Abeid, uno de los damnificados.
La fuente, contactada desde Nuakchot por vía telefónica, añadió que estos barrios se han convertido prácticamente en lagos y las casas en charcos, así que los damnificados buscaron refugio en otras zonas menos afectadas de la ciudad o en sus afueras.
En esta región, generalmente árida, han caído más de 100 milímetros de lluvia en una sola semana.
La ciudad tiene una parte construida en torno a la cuenca del Senegal que es fácilmente inundable, agregó una fuente militar que participó en las labores de rescate.
Estas operaciones incluyen, según el responsable castrense, la succión de agua mediante camiones cisterna para vaciar las áreas inundadas.
Más al este del país, las ciudades de Adel Bagrou y Bassiknou, situadas a más de 1.000 kilómetros al este de Nuakchot, han experimentado situaciones similares tras las copiosas y excepcionales lluvias.
A ambas ciudades viajó hoy al presidente mauritano, Mohamed uld Cheikh El Ghazouani, en una breve visita destinada a expresar su solidaridad con la población local y evaluar la asistencia prestada a los siniestrados.
Aunque no hubo víctimas mortales, las inundaciones causaron grandes daños materiales cuya magnitud aún no se ha evaluado.
Las autoridades distribuyeron tiendas de campaña, mantas y alimentos para las familias que perdieron sus hogares.
En Mauritania, las cantidades de lluvia recibidas anualmente son generalmente alrededor de uno 200 milímetros para la temporada con más precipitaciones.
Las viviendas y otros edificios no se construyen con la idea de prevenir inundaciones, y por ello es frecuente que ni la ubicación ni los materiales utilizados se escojan con la idea de resistir a las lluvias.
A estos factores se suma el hecho de que las ciudades mauritanas, incluida la capital Nuakchot, carecen de redes de saneamiento para el agua de lluvia. EFE
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