La Haya, 22 ene (EFE).- Unos 3.000 científicos de más de cien países, incluidos algunos premios Nobel, pidieron este viernes en una declaración conjunta a los líderes mundiales, legisladores e inversores que “cambien la forma” de entender, planificar e invertir para “limitar los daños futuros” del cambio climático.
En el documento, titulado “Declaración científica de Groninga” y publicado en vísperas de la Cumbre de Adaptación al Cambio Climático que organiza Países Bajos el 25 y el 26 de enero, los firmantes advierten de que el mundo se encuentra en “una creciente emergencia climática que requiere una acción inmediata”.
Recuerdan que las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan “rápidamente” y, con ellos, el calentamiento global con efectos como sequías intensas, incendios, olas de calor, inundaciones y ciclones tropicales destructivos.
“Tenemos evidencias de que el calentamiento global ha aumentado el riesgo de inundaciones por huracanes intensos en el Caribe y el sureste de Estados Unidos y de tifones en todo el Pacífico occidental. Sabemos que la influencia humana ha aumentado tanto las sequías como los eventos de precipitación extrema en todos los continentes”, añaden.
Según cálculos de los científicos, en los últimos tres años los desastres relacionados con el clima han costado al mundo 650.000 millones de dólares, más del 0,25 % del PIB global, y la ONU ha alertado ya de que, para 2040, los daños asociados al cambio climáticos podrían elevarse a 54 billones de dólares.
“Debemos continuar mitigando rápidamente (esta situación) con reducciones de emisiones ambiciosas y mayores absorciones por sistemas naturales. Seguir como de costumbre no es ya una opción”, sentencian.
Añaden que la “respuesta fallida” a la pandemia de coronavirus evidencia que el mundo “no está listo para afrontar los inevitables impactos” de la emergencia climática.
De continuar con la “destrucción sin restricciones de nuestro entorno natural, el covid-19 no será la última pandemia en cambiar nuestras vidas” y hay que hacer todo lo posible para garantizar que la respuesta a ambas cuestiones “sea coordinada y se convierta en un momento decisivo para la inversión en un mundo más sostenible”, destacan.
En su opinión, el “fracaso” para adaptarse y mitigar el covid-19 estos meses es “paralelo” a la “interrupción que vendrá si no actuamos de inmediato” para mitigar y adaptar el planeta en respuesta a un clima cambiante porque los resultados serán “un aumento de la pobreza, la escasez de agua, pérdidas agrícolas y el aumento de los niveles de migración con un enorme coste en vidas humanas”.
Elevan a 500 millones las pequeñas explotaciones agrícolas que sufrirán los efectos del cambio climático, lo que reducirá el crecimiento de la producción mundial de alimentos hasta en un 30 % en 2050, mientras el número de personas que pueden carecer de agua suficiente, al menos un mes por año, se elevará a más de 5.000 millones en 2050.
Esta declaración la firman, entre otros, la Nobel de la Paz Tawakkol Karman (2011) y los de Física Brian Schmidt (2011) y Donna Strickland (2018), además de los premios Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, Joseph Stiglitz (2001) y Christopher Pissarides (2010). EFE
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