POR: REPORTEROS ASOCIADOS DEL MUNDO
El tema más importante de la declaración conjunta de China y Colombia es, sin duda, el relativo al nuevo estatus que los gobiernos Petro y de China quieren darle a la relación bilateral. “Los mandatarios valoraron positivamente el desarrollo de los lazos bilaterales entre China y Colombia durante los 43 años de las relaciones diplomáticas, basadas en el respeto recíproco y el beneficio mutuo, y en pie de igualdad; y acordaron elevar la relación bilateral al nivel de Asociación Estratégica”, señaló la declaración.
Frente a ello, se recuerda que, en mayo del año pasado, finales del gobierno Duque, la Casa Blanca firmó un memorando mediante el cual declaró oficialmente a Colombia como “aliado militar mayor estratégico por fuera de la OTAN”, estatus que solo tienen en Latinoamérica Brasil y Argentina.
En medio de ese pulso geopolítico entre China y Estados Unidos habría que analizar cuál de los dos referidos estatus tiene más peso y nivel de compromiso para nuestro país.
Petro y Xi Jinping acordaron también reforzar los intercambios y la cooperación en el ámbito de la seguridad, estrechar el intercambio de experiencias entre las Fuerzas Armadas y de policía, y fomentar la cooperación en la capacitación del personal y la lucha contra la delincuencia organizada transnacional.
Los dos países expresaron su intención de fortalecer canales de diálogo en áreas de infraestructura y tecnología, así “como otros ámbitos que se consideren de interés común”.
Coincidieron en que se están presentando “grandes cambios en el mundo, en los tiempos y en la historia de forma inédita. Siendo por igual países en vías de desarrollo, China y Colombia se apoyarán mutuamente en las agendas internacionales, ya que comparten intereses y posiciones comunes. De igual forma, reiteraron su compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas para el logro de un desarrollo verde inclusivo”.
En temas puntuales hubo acuerdos y memorandos sobre cooperación e intercambio educativo y científico; desarrollo sostenible, agenda contra el cambio climático, descarbonización y conservación de la biodiversidad; integración cultural más amplia y otros.
Geopolíticos globales
La declaración se extendió a otros campos en materia de geopolítica global, varios de ellos clave en la coyuntura mundial.
Por ejemplo, ambas partes reafirmaron el “respeto mutuo a la soberanía y la integridad territorial, así como la comprensión y apoyo recíproco en las cuestiones relacionadas con sus intereses y preocupaciones fundamentales. El Gobierno colombiano reafirmó su apego al principio de una sola China y su reconocimiento al Gobierno de la República Popular China como el único Gobierno legítimo que representa a toda China y a Taiwán como parte inalienable del territorio chino”.
El tema de Taiwán es un asunto clave en la geopolítica mundial, que genera muchos roces políticos, comerciales y advertencias en el campo militar entre China y Occidente, con Estados Unidos a la cabeza.
Otro asunto estratégico en la declaración es que Colombia y China comparten la preocupación por la escalada de violencia y situación humanitaria en Palestina e Israel y reiteraron su llamado a las partes a cesar las hostilidades y poner fin a las acciones que afectan a la población civil. Pidieron cumplir el derecho internacional humanitario, lograr un alto al fuego y reanudar lo más pronto posible las conversaciones de paz. También insistieron en que se convoque una conferencia de paz que permita alcanzar un consenso internacional en torno a la coexistencia de los dos estados, Palestina e Israel.
No hay que olvidar que más allá de la polémica postura del gobierno Petro al no condenar abiertamente la ofensiva terrorista de Hamás contra Israel, China tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, en donde es claro que el conflicto en la Franja de Gaza genera un pulso geopolítico de amplias proporciones.
Bogotá y Pekín se mostraron defensores del sistema internacional centrado en la Organización de las Naciones Unidas, el orden internacional basado en el derecho internacional, la prohibición del uso de la fuerza. Las dos partes adhirieron al multilateralismo y dijeron promover la solución pacífica de controversias, al tiempo que rechazaron la intervención en los asuntos internos de otros países.
Conjunción ideológica
Uno de los asuntos que más llamó la atención en la declaración fue la referencia a los respaldos de las partes a temas de índole política e ideológica.
Por ejemplo, el gobierno Petro felicitó al pueblo chino “por haber cumplido, bajo el liderazgo de Xi Jinping y el Partido Comunista de China, el objetivo del primer centenario, consistente en erradicar la pobreza extrema y la consiguiente culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, y sus mejores deseos de que el pueblo chino continúe avanzando hacia la materialización del objetivo del segundo centenario”.
Asimismo, Colombia “manifestó su aprecio por los esfuerzos de la parte china por promover integralmente la materialización de la gran revitalización de la nación china a través del modelo chino hacia la modernización como una alternativa que podría contribuir a la modernización de la humanidad”.
Por su parte, Pekín valoró el compromiso del gobierno Petro “para alcanzar la paz a través de la implementación del Acuerdo de 2016 y el diálogo con otros actores generadores de violencia, reafirmando su apoyo invariable a la política de Paz Total del Gobierno del Cambio”.
China dijo apoyar “firmemente a Colombia para seguir el camino de desarrollo acorde con sus circunstancias nacionales, y al Gobierno colombiano para mejorar proactivamente el bienestar del pueblo, promover el desarrollo sostenible, proteger el medio ambiente, enfrentar el cambio climático y construir una sociedad más justa e inclusiva”.
Colombia, a su turno, saludó las tres Iniciativas Globales de Desarrollo, Seguridad y Civilización propuestas por Xi Jinping y se mostró dispuesta a dialogar sobre ellas.
A ello se suma que la parte china felicitó los esfuerzos del gobierno Petro para restablecer y normalizar las relaciones con Venezuela. No hay que olvidar que el régimen Maduro es el aliado principal de Pekín en América Latina.
También valoraron el papel del Foro China-Celac para promover las relaciones entre China y América Latina y el Caribe. Incluso, Pekín apoyó a Colombia para ejercer la Presidencia Pro Tempore de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en 2025.
Integración comercial
En el marco de los 31 puntos de la declaración conjunta, como es apenas obvio, uno de los temas clave fue el relativo a la integración comercial, dado que China es, hoy por hoy, uno de los principales socios económicos del país, tanto en importaciones y exportaciones, como en inversión extranjera directa. De hecho, los consorcios asiáticos están hoy construyendo obras como la primera línea del Metro de Bogotá y otras obras de infraestructura de transporte.
En el campo comercial, ambas partes se mostraron dispuestas a expandir el comercio bilateral; fortalecer el mecanismo de la Comisión Mixta Binacional Económica y Comercial; fomentar crecimiento equilibrado del comercio y su diversificación; elevar el nivel de facilitación del comercio y de la inversión, así como reforzar la cooperación en los ámbitos de la economía digital, el desarrollo verde, las telecomunicaciones, la tecnología informática y la política de competencia entre otros.
Al tiempo que China invitó a Colombia a ferias de importación y exportación, Petro se comprometió a “proporcionar a las empresas chinas un buen entorno para invertir y hacer negocios” en nuestro país.
Se resaltó, igualmente, la firma del Protocolo de Exportación de Carne Bovina de Colombia a China, al tiempo que habrá una agenda amplia para potencializar el sector agropecuario. Se firmó un memorando de entendimiento para Promover la Inversión y Cooperación Industrial.
Asimismo, se promoverá el establecimiento de la Asociación Global de Energías Renovables, en el marco de la cual China apoyará la “Transición Energética Justa y la política de reindustrialización de Colombia”.
Las partes se comprometieron a impulsar proyectos de inversión en infraestructura de transporte a nivel nacional y regional, así como sistemas de movilidad urbana sostenible, priorizando modos que generen menores emisiones con especial énfasis en el sector ferroviario.
Otros temas clave en el aspecto comercial tienen que ver con implementar enfoques de economía circular, iniciativas de cooperación triangular en las áreas de desarrollo que impulsen la reindustrialización. También se comprometieron a fortalecer la cooperación bajo el marco de las directrices de la Organización Mundial del Comercio.