Colombia tiene más muertos hoy que China y Ecuador

Por Gustavo Castro Caycedo
Inicio con dos preguntas que hice en mi columna anterior, porque siguen vigentes: ¿Será que en “La casa de todos”, alguien se va a responsabilizar por las muertes debidas a las tardías y erradas decisiones y ejecuciones, definidas allí?
¿Cuántas muertes deberán contabilizarse a la tardanza, ineficiencia, caprichos, y mentiras oficiales, en el manejo de la pandemia, y al suicida primer día sin IVA?
Esta columna es necesariamente muy extensa, porque hay mucho que decir. Anexo a ella tres bloques de titulares de prensa que sustentan lo escrito. Tomé fechas y estadísticas, de: Statista; la Universidad Johns Hopkins, (de Baltimore); Epidemic Stats, y de la OMS. De diarios y noticieros; y boletines del ministerio de Salud y de la Presidencia. Y he encontrado que el gobierno calla cosas importantes que Colombia debe conocer. Que es falso que seamos el país modelo de lucha contra el COVID-19, de los propagadores de “Fake News”. Veamos:
Hasta el 15 de julio de 2020, entre 204 países con coronavirus, Colombia, ocupa el puesto 17 con más víctimas, y contabiliza 5.814 muertos. Es mentira que Colombia sea “un modelo en la lucha contra la pandemia”, si ya superó los 4.634 muertos de China, cuyas cifras trágicas al originar la pandemia, aterraron al mundo. Y también a los 5.158 de Ecuador, donde la muerte en las calles fue horror mediático; este país contabiliza hoy 5.158 víctimas.
Colombia, es el sexto país con más víctimas entre los 44 de América, tras Estados Unidos, Brasil, Perú, Chile, y México. Y 38, tienen una tragedia menor que la nuestra: Paraguay, Panamá, Nicaragua, Venezuela, Uruguay, República Dominicana, Puerto Rico, Jamaica, Honduras, Haití, Guatemala, El Salvador, Argentina, Cuba, Costa Rica, Bolivia, Aruba, Belice, Barbados, Bahamas, Antigua y Barbuda, Guyana Francesa, Guyana, Guadalupe, Martinica, Grenada, Dominica, Trinidad y Tobago, Surinam, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, San Cristóbal y Nieves, San Bartolomé, Islas Vírgenes, Islas Turcas e Islas Caimán.
En las estadísticas de contagios en el mundo, Colombia con 165.169, ocupa el puesto 19 entre 204 países, supera ya por más 81.551 casos a los 83.618 de China; y por 94.840 los 70.329 de Ecuador. Ocupa el puesto 47 en infectados, por millón. Tiene 82.681 casos activos de coronavirus y suma 65.809 recuperados en relación con el número de infectados. En los últimos tres días, superó la cifra de muertos de Pakistán, Turquía y Suecia. Subiendo al puesto 17 entre 204. Y en tres semanas estaremos entre los primeros en contagios porque aquí están subiendo incontenibles. Y aún faltan las semanas, (si no meses), más graves para llegar a al “pico” de la pandemia. Por desgracia, repito: ¡Lo peor está por venir!
Comprendo lo difícil que es gobernar un país en un momento tan atípico como este, quisiera que el Presidente Duque lo hubiera hecho bien, porque eso habría salvado la vida da miles de colombianos, más que por él. Pudo haber actuado a tiempo si hubiera escuchado las advertencias, con oídos constructivos. Pero no lo hizo. Habría podido evitar muchas muertes no oponiéndose ciegamente al cierre oportuno de las fronteras aéreas, en especial del aeropuerto El Dorado, por donde con “complicidad” de Inmigración Nacional, el coronavirus ingresó libre al país.
Colombia es 162 en índice de recuperación entre 204 países
A pesar de eso por la TV, diariamente, en una “sociedad de auto-aplausos”, funcionarios aduladores hablan de temas que no tienen que ver con la pandemia. Hacen promesas, que no se cumplen y realzan solo bondades del gobierno. Resaltan las cifras de recuperados, cuando la verdad es que Colombia ocupa en eso el puesto 162 entre los 204 países con coronavirus. Su índice de recuperados es 43.4%; para dar una idea, Cuba tiene el 93.2%; Chile el 90.7%; Uruguay 90.1%, o Nicaragua el 72.5%. Exaltan algo que nos debía apesadumbrar, y minimizan en cambio, el número de muertos, acallando del dolor de miles de familias de luto, de huérfanos, de viudas, de ancianos desolados por la pandemia y abandonados por el Estado. El Señor Presidente no sale de, “La casa de todos”, a no ser un par de veces para inaugurar obras que dejó el gobierno pasado; y contrasta con los alcaldes que le ponen pecho a la tormenta en sus regiones.
Luego de que médicos, enfermeras y gente de la salud desprotegidos le han rogado durante más de cuatro meses el suministro de los elementos básicos de bioseguridad, el Gerente para la Pandemia, Luis Plata, apareció el 14 de julio en TV, y dijo: “Tenemos la mayor reserva de la Salud en toda América Latina. Aseguramos 68 millones de elementos de protección para los trabajadores de la salud”. Un Médico administrador de Hospital, me contó que los elementos cuestan entre $1.500 y $20.000; Calculó en 50.000 millones, o menos, el gasto gradual. ¿Qué tanto es comparado con el derroche “de plata” en plena pandemia, de más de 25.000 millones de pesos en imagen, camionetas, y otros gastos suntuarios.
Creo oportuno recordarle al Doctor Plata, y al Presidente, que según las universidades de Columbia, Sungkyunkuan, y Eskisehirk Osmangazi, que monitorean el manejo de recursos en el mundo, contra el coronavirus, revelan el ranking de América Latina, en orden del gasto fiscal por la pandemia: 1° Perú; 2° Brasil; 3° Paraguay; 4° Chile; 5° Panamá; 6° Argentina, 7° Guatemala y 8° Colombia; seguida por Honduras y El Salvador. Para dar un ejemplo comparativo, Perú destina el 9.98% de su PIB; Panamá el 3.5%; Guatemala el 3.4% y Colombia el 2.8%, apenas la sexta parte de la inversión del Perú. Por eso no me sonó muy bien que: “Tenemos la mayor reserva de la Salud en toda América Latina”.











Con “ingenuo” empeño, para minimizar la responsabilidad de múltiples errores, se multiplican mentiras por las redes que engañar colombianos. Pero la historia es bien distinta si cesa el populismo que frente a las cámaras emerge a través de TV. Es necesario insistir en la grave terquedad de no escuchar a quienes en público y en privado “clamaron” por el cierre aéreo a tiempo. Que la insensatez, llegó hasta sabotear la cuarentena de los alcaldes, por celos de liderazgo ante sus valiosas iniciativas que los han convertido en líderes reconocidos en Medellín, Cali, Bogotá, Bucaramanga, Cartagena y otra ciudades, doblan la imagen del presidente, en todas las encuestas. Resulta inaceptable que sus ideas inteligentes para salvar vidas, sean bloqueadas, ¡hasta por decreto!.
La ineptitud de algunos funestos funcionarios de entidades, como el Invima, es patética. El 26 de marzo, un Decreto del gobierno le dio facultades para agilizar, máximo en una semana, las licencias concernientes a medicamentos y elementos para enfrentar la pandemia. Pero pero allí se hacen los locos. “Salvar vidas debe ser la prioridad”, dijo el Alcalde de Medellín, el 14 julio al canal RCN, y denunció la irresponsable e inhumana talanquera que puso el Invima, (pérfido instituto que suma tres investigaciones por corrupción en los últimos 20 meses), a las universidades que desde finales de marzo producen respiradores mecánicos a muy bajo precio, para salvar a muchos colombianos. La radicación de la petición data de la primera semana de abril, pero los respiradores fabricados ya, reposan inútiles en bodegas. En Antioquia, como en Cali, Bucaramanga, y Bogotá, el programa de producción de los ventiladores mecánicos, tiene todo listo pero esperan la aprobación real, (no falsa), anunciada hace tres meses y medio.
Mientras el costo de un respirador o ventilador mecánico colombiano, cuesta unos 1.000 dólares, (3 millones 600 mil pesos), “paradójicamente”, el 5 de mayo el gobierno adquirió 2.817, por un valor de 229 mil millones de pesos. Hechos aquí, hubieran costado solo 10.141 millones. Con una mezquina actitud, el Invima bloqueó la licencia a la Fábrica de Licores de Antioquia, para entregar gratis 70.000 litros de alcohol a los hospitales, cárceles y ancianatos de Antioquia, lo cual denunció el periódico El Colombiano, el 28 de marzo pasado. Y ni hablar sobre los tapabocas que el Invima convirtió en mito y su precio se triplicó. Ese instituto se ensañó con Antioquia, y con Colombia: ¡Que se muera la gente, qué importa!, pareciera decir mientras los seres generosos luchan por salvar vidas.
Otro Alcalde y Médico serio, Iván Ospina, de Cali, le envió un reflexivo mensaje público al presidente, y lo exhortó a aplazar el próximo “Día sin IVA”, para evitar otro grave impulso al contagio: “No tiene sentido hacerlo en los días más críticos de la pandemia”, le dijo Ospina. Y aunque Duque no le dio crédito, acaba de hacerle caso, posponiendo la contagiosa “Feria del IVA”. Y luego de un duro enjuiciamiento con el que “condenó la irresponsable burocracia del Invima”, por bloquear el uso de Invermectina. Ese arrogante Instituto se vio forzado a responder el contundente argumento médico de Cali, autorizando el estudio de su efectividad en pacientes voluntarios contagiados del virus, comprobada en varios países, y que algunos gobiernos certificaron ya. Tal vez al Invima este medicamento no le gusta mucho porque “es muy barato”. ¿Sería mejor uno bien caro, que favorezca a otros laboratorios? ¡Sólo pregunto!
El presidente estaba muy nervioso e inseguro: titubeó
El 14 de julio, cuando por tiempo y fecha se dispararon los contagios, el presidente quiso disculpar el desastre del primer día sin IVA, en que el ministro de Comercio mintió, al negar las hordas desenfrenadas que generaron caos en el país, diciendo: ”El día sin IVA fue un éxito y transcurrió en orden”, pero hasta la prensa extranjera se burló de Colombia, por su “Covid Friday”. Ese día 14, el presidente estaba muy nervioso e inseguro; titubeó; existe la grabación. Dijo: “Por fortuna nos dimos cuenta que esas tasas reproductivas no guardan una correlación con el ‘Día sin IVA’. Eso no quiere decir que no pasó nada…Noo…hay que corregir…hay que aprender de las cosas buenas y malas. Cuando las cosas salen mal no hay que señalar con el dedo acusador a buscar responsables”. ¿Suspendió el tercer día sin IVA, porque aprendió de las cosas malas? Tiene peso de verdad, lo que a Yamid Amat, el Doctor Sergio Isaza, presidente de la Federación Médica Colombiana, dijo: “El primer día del IVA liberó a la gente a una situación totalmente descontrolada, e instigó casos de contagio del coronavirus. La crisis de la salud pública debe ser manejada con políticas de salud, y no con incentivos económicos de mercado”
En abril, la alcaldesa de Bogotá se atrevió a decirle al presidente que la cuarentena debería extenderse hasta finales de junio; que sus asesores médicos y científicos así lo aconsejaban. ¡Quién dijo miedo! El presidente estalló. Por capricho, se perdieron valiosas semanas de salvamento. No dejante luego, “con el auspicio” del irresponsable ministro Restrepo se realizó la fatal “Feria del IVA”. A pesar de que en su programa de TV, conminaba a los colombianos a quedarse en su casa, los sacaron a las calles para gastar hasta lo que no tenían. Hoy, cuando Colombia está agobiada y acorralada, no se pueden callar tantos desaciertos, Por limitación de espacio, me veo precisado a no comentar otros más. Será después.
Mientras la pandemia se torna incontenible, a veces el gobierno parece más preocupado en recuperar su desgastada imagen, comprometida también por una serie de funcionarios incompetentes, que hasta dicen mentiras y dan informaciones engañosas aún a nivel ministerial, para tratar de tapar los más graves errores, y eso, en lugar de ayudarle, le hacen más daño al gobierno.















El reto es evitar que mueran 42.000 personas de hoy a diciembre, (cálculo del Ministerio de Salud), pero no se logrará con mentalidad de funcionarios economistas, administradores y abogados, con visión política y mercantil; no con epidemiólogos administradores, que sí saben de del tema. El Doctor Isaza, líder de los médicos, dice: “Se ha manejado el fenómeno sin perspectivas. Ya estamos recogiendo los frutos de gerencia de la pandemia sin conocimiento. Son los salubristas quienes con su experiencia, deberían conformar los equipos que deben asesorar al gobierno para que se sepa lo que hay que hacer. Una gerencia de la pandemia corresponde a la concepción del modelo de prevención en este tema de la salud, y no a un sistema de mercado financiero. Son dos cosas muy distintas, el sistema empleado por el gobierno, no tiene ni la vocación, ni la capacidad para contener esta pandemia”. ¿Ejemplos? El ministro Ruiz, se ha destacado en el campo económico de la salud, pero no tiene experiencia en epidemiología. Los consejeros presidenciales para la “gerencia y gestión de la pandemia”, Luis Plata, y Juan Posada, son: experto en comercio y turismo, y este, empresario aéreo.
La grave falta de camas UCI, la alerta roja que médicos y alcaldes habían advertido desde hace tres meses, y el desgraciado día sin IVA, dejan una ocupación plena de las en UCI en muchos municipios al 100%; Medellín y Cali con más del 88% a punto del desastre; Bogotá colapsada. Barranquilla, Atlántico, las cárceles, y los batallones, aterran. Hay que agregar la grave escasez de médicos intensivistas; la vulnerabilidad del personal de la salud, 22 médicos y enfermeras muertos por coronavirus, más de 2.000 contagiados porque deben cubrir la primera línea de atención de infectados; por falta de dotación de elementos de protección; por afectación de sus sistema inmune; por sus turnos agotadores en las UCI; y por otras causas. ¡Pero su heroísmo no se desalienta con todo eso!.
El panorama es sobrecogedor: al coparse las UCI, si las personas se enferman gravemente, de lo que sea, no habrá cama, tendrán que esperar a que alguien se muera o se salve para poder ocuparla, y si son mayores de 60 años, no estarán en lista de espera de un respirador, pues la prioridad es para los más jóvenes, pues tienen más posibilidades de sobrevivir. Nadie podrá interceder por los mayores, y si se mueren, nadie podrá acompañarlos ya. No habrá sepelio, ni deudos llorando al lado de sus muertos, porque no tienen derecho ni a enterrarlos.
Claro que son muy graves la indisciplina social, las fallas de autocuidado; la irresponsabilidad suicida y “culpable de homicidas por contagio que jugaron a la ruleta rusa. Pero, por otra parte, los 7´300.000 los pobres que hay en Colombia, (según la los Universidad de Los Andes), muchos deberán abandonar a sus seres queridos en las puertas de los hospitales, para que mueran sin derecho a nada. Muchos de ellos violaron las normas de bioseguridad, pero fue que su indisciplina social forzosa, los lanzó a la calle, a buscar el pan para que sus hijos no se murieran de hambre. Se insiste en que, “se bañen las manos con agua y jabón”, pero millones de colombianos no tienen acceso al agua, ni al jabón. Ni a un desayuno, mientras el gobierno despilfarra miles de millones de pesos.
La denuncia de mal trato a los trabajadores de la salud, durante meses, se resume en la declaración conjunta de los gremios médicos: “No han tenido efecto los anuncios de protección y mejoras laborales para quienes luchamos contra la pandemia salvando vidas. Nos sentimos totalmente abandonados por el gobierno” Han muerto ya 22 médicos y enfermeras, y hay 3.000 trabajadores contaminados.
El cronograma básico de la pandemia
La observación de momentos especiales de la pandemia, descubren cosas que no requieren explicación: El 31 de diciembre, emergió el coronavirus en China. El 23 de enero, el Ministro de Salud, declaró: “No hay coronavirus en Colombia”, pero si la primera muerte en Colombia ocurrió el 16 de febrero, la víctima debió infectarse unos 20 días antes, en enero. El 27 de ese mes, dijo: “Colombia está preparada para enfrentar el coronavirus”. El 29 de enero, la prensa informó: “Gobierno descarta peligro de coronavirus”. El 2 de marzo, “pasó de medio a alto el riesgo”. El 3 de marzo se presentó el primer caso en Italia, y aislaron al país en apenas 8 días. El mismo 3, “decretaron el paso de la pandemia, de moderado a alto riesgo”.
El 5 de marzo, se aceptó que había. “un primer contagiado”, aunque según el DANE, fue el 16 de febrero cuando murió por COVID-19 el primer colombiano, pero solo el 12 de marzo, el ministro de Salud, anunció la primera muerte. Desde entonces, médicos, gente de la salud, periodistas, alcaldes, congresistas y líderes de opinión, le insistieron al gobierno en el cierre de los aeropuertos. El 15 de marzo, preocupado con su pasividad ante carente de acciones preventivas vitales, yo publiqué una columna, que titulé: “Señor presidente: reaccione”. El 16 de marzo colocaron una tutela para que al presidente cerrara los aeropuertos. Ese mismo día: “El Gobierno limitó las reuniones de a menos de 500 personas”. Pero poco después, (en señal de que se había equivocado), las redujo a 40 personas. El mismo 16, los medios registraron el preocupante crecimiento de contagiados, y las reiteradas peticiones al gobierno para que actuara. El 17, el presidente fue tajante al declarar: “El aeropuerto El Dorado no se cerrará”. Y el 18, por “celos de liderazgo”, expidió un decreto para tumbar las medidas de contención y simulacros de cuarentena que habían tomado varios alcaldes. La desautorización generó la rebelión de los alcaldes, que marcó una distancia entre ellos, hasta hoy, y el presidente, aunque sin admitirlo, ha ido secundándolos y ha tomado sus banderas, presentando algunas como si fueran propios logros del gobierno. Aunque resultó tardío, porque el mal estaba hecho, con costo de muchas vidas.
El 19 de marzo, decretó el aislamiento de los mayores de 70 años. Tan solo 18 días después, ordenó la suspensión de vuelos. El 13 de abril, el ministro de salud aún repetía: “no deben usar tapabocas”, e intentó engañar al país diciendo al tiempo, dos mentiras: ”Gracias a la oportuna acción del gobierno, se aplanó la curva del COVID-19”. Ni oportuna, ni se ha aplanado tres meses después.
El 26 de marzo, un boletín oficial volvió a mentir, cuando dijo: “El Gobierno tomó la delantera contra el coronavirus”. El 31 de marzo, otro y otra mentira: “Hemos logrado altos índices de contención”. El 15 de abril, había ya 3.105 contagiados. El 1° de Mayo, 304 muertos y 7.006 contagiados; el 15 de mayo, 14.120 contagiados. El 2 de Junio, 1.000 muertos; el 1° de junio, 53.063 infectados; el 2 de julio, 3470 muertos y 102,009 contagiados. Hoy 15 de julio, llegamos a 165.169, y 5.814 muertos. En las próximas semanas cuando será incontenible el desastre, ya no podrán ocultarle la verdad, ni mentirle más a Colombia.
Las siguientes imágenes no requieren explicación alguna










Felicito a Gustavo por la exhaustiva investigacion. En este pais que NO TIENE DEMOCRACIA se requiere la union de más y más personas – como Gustavo Castro C- que piensen mas en el bienestar de la comunidad que en el beneficio propio. Genera repulsion y malestar lo que este gobierno hace con una imagen abanicada por funcionarios de ojos tapados. Es el momento de la grandeza por el reto que tiene la tierra pero este señor Duque y quienes lo siguen piensan mas en los titulares , en figurar por la television y en dar la sonrisa interna y externa a su amo Alvaro Uribe Velez. Jóvenes : no traguen entero , movamos este pais por una mejor sociedad, modifiquemos la actual zoo-ciedad.
Gustavo, tu hazaña en Nicaragüa, terrible! Me alegro estás acá y no te paso nada grave!
La situación del Virus es mundial y en todas partes hay personas sin conciencia y no están cumpliendo con las medidas tomadas, por eso se ha propagado el virus! nadie estaba preparado para esto! Yo personalmente estoy cumpliendo y pidiéndole a Dios que ilumine a los científicos, vamos a morir muchos! pido por mis hijos y nietos! que mundo van a tener! pienso yo….. ellos se preocupan por sus padres! y el futuro es incierto! Me he leído 6 libros excelentes y así paso las tardes y la música es otro amigo! el mundo cambio y en manos de Dios estamos! Gracias! por tus escritos, maravillosos siempre! Bendiciones! 🙏🌹para tus hijitos también .