Por Myriam Manosalva | 22/06/2021.
Todos los productos alimenticios procesados de consumo masivo deben contener una etiqueta con información acerca del mismo por ley, para ofrecer claridad de su contenido ante distribuidores y clientes. Sin embargo, la mayoría de las personas pasan por alto la información allí contenida.
La importancia de conocer esta información radica en el conocimiento de riesgos y beneficios del consumidor al comprar estos alimentos, si estos aportan nutrición o si por el contrario son calorías vacías o peor aún, si por el alto contenido de grasas saturadas, sodio, azúcar y aditivos pueden incluso perjudicar su salud.
La información que trae cada uno de los productos es vasta y puede llegar a ser confusa, aquí se lo explicamos de manera desmenuzada para que sepa con certeza qué se está llevando a la boca.
Orden de ingredientes: Este nos indica la proporción de los elementos dentro del producto, que se ubican de mayor a menor por orden de mención.
Tamaño de la porción: Revela la cantidad de cada ración y su acumulado por producto. Para conocer los nutrientes y calorías consumidas debe multiplicar el dato de cada porción por cada porción consumida.
Grasas: Los alimentos que menos grasa contienen presentan 2 gramos o menos del total de una porción. Se recomienda consumir menos de 20 gramos de grasas saturadas al día.
Sodio: Se deben consumir menos de 2,300 miligramos de sodio diariamente. Si el alimento contiene 140 miligramos o menos es bajo en sal.
Alérgenos: Aparecen destacados con letras en negrita o cursiva. Actualmente figuran en las etiquetas los ingredientes incluidos dentro de las 14 categorías de alimentos potencialmente más alergénicos como nueces, huevos y lácteos.
Aditivos: Se aconseja evitar los productos con más de tres ingredientes que no se reconozcan como naturales. Y disminuir el consumo de alimentos con la centena de los E100 (colorantes), la de los E200 (conservantes) y la de los E900 (edulcorantes).
Transgénicos: Se identifican con los nombres de los derivados como lecitinas, almidones, grasas y sobre todo aditivos. Pero los productos de origen animal pueden haberse alimentado con transgénicos y no aparecerá en el empaque.
Colesterol: Para una dieta balanceada deben ingerirse menos de 300 miligramos de colesterol por día. Un producto con índices bajos de esta sustancia contiene menos de 20 miligramos por ración.