
Bangkok, 1 ago (EFE).- Malasia comenzó este sábado a aplicar la obligatoriedad de llevar mascarilla en todo el país, con multas a los infractores de hasta 1.000 ringgit (235 dólares o 200 euros), como medida para combatir la propagación de la COVID-19.
El país asiático, cuyo primer caso con el nuevo coronavirus se detectó en marzo, registra casi 9.000 infectados confirmados, incluidos 125 fallecidos desde el inicio de la pandemia, conforme a los últimos datos oficiales.
Ante el riesgo a una segunda oleada de contagios, las autoridades sanitarias malasias decidieron la semana pasada aprobar que sea obligatorio el uso de mascarillas hasta nuevo aviso.
El director general de Sanidad, Noor Hisham Abdullah, señaló que desde el 1 de agosto comienza la primera fase del uso de cubrebocas en grandes concentraciones de gente y que, poco a poco, será obligatorio para todo el mundo al salir a la calle.
Malasia, que aplicó medidas de control de movimiento en su población entre marzo y mayo, mantiene las órdenes de distancia interpersonal y normas sanitarias e incluso ha advertido de que podría reimponer el confinamiento si los casos se vuelven a disparar.
De momento los casos activos en toda la nación rondan los 200 y el viernes solo se confirmaron 12 nuevos contagios y una defunción. EFE
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