Una artista para la fiesta del color, lo profundo y la emoción
Nacida en Barranquilla, ciudad colombiana a la orilla del río Magdalena -poco antes de su abrazo enérgico con el mar-Caribe. Dedicada al arte en la profunda y llena de mensajes “México”. Ahora y desde hace 25 años estoy radicada en Quito, Ecuador, a las faldas del inmenso volcán Pichincha, que mira al cielo con la mayor tranquilidad. Trabajo el arte desde muy pequeña con todos los recursos posibles, con la más enconada pasión, de manera que está asegurado que lo haré por siempre.
Mis estudios universitarios se orientaron al diseño y la comunicación visual, enfocando esos intereses hacia mi compromiso con el arte. Estudié con frecuencia los artistas del caribe, fui discípula en el color de Alejandro Obregón, de Ángel Loochkartt conocí la perseverancia y las cantidades ilimitadas de su pasión por el oficio, las dinámicas gestuales cifradas en los conocimientos que adquirí de Álvaro Herazo, y soy yo misma, sin modelo de comportamiento conocido, en mis propias particularidades, en el ejercicio de la lucha cotidiana por afianzar un lenguaje propio, producto de mis propias despensas y de los soplos de mis propios espíritus.
Pinto desde lo que siento al enfrentarme a mis encuentros y desencuentros en la cultura del Caribe, a la observación de la naturaleza con alto nivel de pasión, y a las pruebas que desde la alegría de enfrentar este oficio me impiden caer en brazos de la melancolía. Esa es mi lucha, así ha sido desde siempre, avivar el surtidor emocional de las fuentes vitales nacidas en lo sensible, tratando de impedir que mi voz sea una grave nota que se desperdigue en el utilitarismo.
Comunico -en lo posible- los elementos de mi experiencia, nacida desde mi ingenuo interior, por eso me inclino por expresarme sin referentes en el mundo concreto. Al final puede haber relación con algunas expresiones de la naturaleza o con el recorrido de la cultura, elementos tan objetivos como las flores, la lluvia, el baile, la máscara, los sentimientos, las ideas, las sensaciones, o cualquier otra dolorosa metamorfosis. Esto no es otra cosa que un juego de relaciones entre lo artificial y la acción humana en su entorno natural.
Intento plantear una dinámica visual en la que el frenesí de la mirada en la obra cobre fuerza y construya la imagen a partir de una lectura que llegue hasta el espectador, no necesariamente desde la obra. Es una búsqueda persistente por el deleite y la tranquilidad. Inevitablemente hay cadencias y hay aceleraciones, a veces imprevisibles, siempre desde lo visual, para involucrar al espectador en una travesía por las posibilidades del color, por las intensas pulsiones conseguidas en las dinámicas de las formas y en sus repeticiones imperceptibles, que se hacen diferentes en la memoria de sus recorridos.
He trabajado esos espacios dimensionales de los lienzos que se transforman también en un todo. En ese sentido mi obra es parte y es todo (¿No es así la naturaleza?), para provocar la exploración sin límites que cambia cada día, de acuerdo con la intensidad del instante y al estado de ánimo. Lo más íntimo de mí, como sucede con cada ser humano, no está expresado suficientemente en los límites alcanzables del lienzo. La sociedad contemporánea nos enajena produciendo alteraciones en la personalidad, nuestra despedazada memoria así influenciada nos puede servir para enviar o recibir un mensaje. Yo he escogido hacerlo desde el arte porque nos comunica y nos ayuda a comunicarnos. Mi batalla es entonces, provocar reflexiones a través del arte sobre las distintas maneras de expresión que en nuestro entorno abundan.
El arte es el camino, la atmósfera que lo rodea la hago asimilable en la técnica que he escogido. Prefiero el acrílico, con él avanzo en la pretensión de ser coherente con una expresión de matices, de texturas, de luces y de formas con los que estructuro, tras varias capas tenues y -a veces- transparentes, mis distintas visiones, desde mis propias capacidades, para una conveniente interpretación artística que pueda insertar, como un aporte significativo, a los criterios de la excelencia estética.
1. REEMPLAZO MI ESPÍRITU
111.5 X 111.5 cm
Acrílico sobre lienzo
2012
2. PAX
111.5 X 111.5 cm
Acrílico sobre lienzo
2012
3. REVERBERACIÓN
111.5 X 111.5 cm
Acrílico sobre lienzo
2012
4. RESISTENCIA ÍGNEA
111.5 X 111.5 cm
Acrílico sobre lienzo
2012
NOMBRE DE LA EXPOSICIÓN INDIVIDUAL
En Nombre De La Inspiración
ARTISTA
María Isabel Castro
CURADOR
Álvaro Suescún
Jaime Ruíz Montes / Espacio Compartido
FOTOGRAFÍAS
Andrés Fernández
4 de 16 obras que se expondrán en Bogotá, Colombia, en 2020, en el edificio Davivienda
jaimeruizmontes@hotmail.com – 3114712393
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