Fuente: Radio Nacional de Colombia
Hoy, desde el cementerio Las Mercedes, de Dabeiba, Antioquia, ocho exmilitares reconocen su responsabilidad en el asesinato de 49 jóvenes entre 2002 y 2006.
“Es para nosotros (las víctimas) una fortaleza y una luz de esperanza, encontrar una verdad sobre nuestros hijos, hermanos o padres que fueron asesinados y desaparecidos, cuyos restos reposan en lugares oscuros, donde no les corresponde”, así inició esta audiencia, en donde una madre, víctima de la violencia, relató los duros momentos que ha vivido por cuenta de la guerra. Una que ella no pidió y que le arrebató a uno de sus hijos.
Desde este rincón del departamento de Antioquia, ocho exmilitares reconocen su participación en 49 ejecuciones extrajudiciales, también denominadas como ‘falsos positivos’, entre 2002 y 2006.
Este hecho se enmarca en el caso 03, que investiga la Justicia Especial para la Paz y que fue titulado como “asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate por agentes del Estado“.
La Sala de Reconocimiento de la JEP les imputó la comisión de crímenes de guerra y de lesa humanidad a cuatro coroneles, dos mayores, tres suboficiales y un soldado profesional, por los crímenes en mención.
Los involucrados y responsables serían:
- Efraín Prada Correa, excomandante del Batallón de Contraguerrillas No. 79.
- Edie Pinzón Turcios, excomandante del Batallón de Contraguerrillas No.26 ‘Arhuacos’.
- Dos mayores en retiro: Yair Leandro Rodríguez Giraldo y Hermes Alvarado Sáchica.
- Tres sargentos en retiro del Batallón de Contraguerrillas No. 79: William Andrés Capera Vargas, Fidel Iván Ochoa Blanco y Jaime Coral Trujillo.
- Un soldado profesional en retiro de esta misma unidad militar: Levis de Jesús Contreras Salgado.
Y es que, desde muy temprano, varias organizaciones internacionales hacen presencia para ver cómo la verdad está primando ante la violencia.
Desde allì, Juliette de Rivero, representante en Colombia de la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos detalló que el paìs “merece una historia sin violaciones de derechos humanos, que se construya para el futuro de niñas y niños. Por eso quiero saludar la valentía de las mujeres, son ellas quienes han defendido la verdad y son ellas quienes pueden liderar y construir la paz”.
Allí, en vivo, se transmitió un fragmento de la miniserie ‘El cementerio de la verdad’, producida por la JEP, en la que de forma inédita se abordaron los hechos que se registraron en Dabeiba.
“Mucha tristeza, mucho dolor. No me gusta hablar de él”, con estas palabras inicia este archivo audiovisual, en el que Amparo Cano, madre de una de las víctimas de los ‘falsos positivos’ relata su historia.
Igualmente lo hace Efraín Úsuga. A él le asesinaron a su hermano, un joven “que fue enterrado en una fosa, con otros cuerpos” y como estas, son muchas las historias de dolor que, durante muchos años, mantuvieron en sosobra a 49 familias en Antioquia; territorio en donde militares dejaron de lado su labor, sus obligaciones constitucionales y atentaron contra la vida de quienes debían proteger.
Estas conductas, en Colombia, configuraron una practica criminal que en 2008 se dieron a conocer ante el mundo como ‘falsos positivos’.
“Estos casos demuestran que el proceso de paz ha sido exitoso en el sentido de demostrar que el compromiso por la verdad que han asumido los comparecientes son una realidad”, asegura Alejandro Ramelli, magistrado de la JEP.
Y es que el alto número de asesinatos de inocentes, también fue producto de hechos y conductas que los agentes del estado implementaron allí: el enterramiento y ocultamiento de cuerpos en el cementerio Las Mercedes, un lugar que fue testigo del horror y crímenes de lesa humanidad por parte de una treintena de exmilitares que pertenecieron a batallones y brigadas que operaron en el Urabá antioqueño, durante 2002 y 2006 y que hoy están sometidas a la jurisdicción.
En este lugar, la JEP desenterró la verdad y reportó 75 hallazgos forenses, correspondientes a 49 individuos exhumados de 29 fosas comunes y una bobeda.
“Por eso hoy, desde aquí les decimos, con toda firmeza, a aquellos que han pretendido cubrir con la impunidad y la violencia estos crimenes internacionales que sus métodos no van a amedrentar a la justicia colombiana. Vamos a seguir adelante. Dabeiba, el Urabá y sus comunidades, que nos acogen como escenario de esperanza, resiliencia y lucha contra el olvido, hoy les contamos que damos un gran pazo para la reconciliación de colombia, para que todos construyamos paz en un territorio que durante décadas fue un lugar en donde la guerra primó. Por eso damos gracias a los y las buscaras, a Medicina Legal y al compromiso que logró desenterrar la verdad en las fosas comunes del cementerio de Dabeiba, lugar que debe convertirse hoy en un centro de memoria histórica y en un referente nacional del nunca más”, añadió el magistrado Alejandro Ramelli.
Por su parte, el magistrado Roberto Carlos Vidal, presidente de la JEP, detalló que la entidad “va a ofrecer las herramientas para sanar, para avanzar en el remedio a los graves daños que han sufrido las víctimas en esta zona y para ello se tienen en cuenta temas importantes: aporte a la verdad, exhaustiva y detallada. Son ellos, quienes también han venido a cumplir sus obligaciones y a aportar verdades fundamentales para ofrecer información clara, certera y efectiva, que nos permitió identificar todas las personas que fueron asesinadas y que fueron presentados falsamente como miembros armados de las guerrillas dentro de las operaciones de combate”.
Uno de los ocho comparecientes es Edie Pinzón Turcios, quien ante los habitantes de Dabeiba, Antioquia, contó que “estamos aquí dando la cara de los hechos que nunca debieron haber sucedido. Nuca debimos cometer estas conductas delictivas. La primera fue la alianza con las autodefensas. Agentes del Estado tuvimos relación con ellos y miembros de la Policía Nacional también. Esa alianza consistía en el intercambio de información para evitar el combate con las autodefensas. Asimismo, ellos nos facilitaron muchos vehículos para mover tropas”.