Por Raúl Camilo Sánchez Parada | 07/10/2021.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó por primera vez la vacuna contra la Malaria, enfermedad que se transmite por cuenta de la picadura de los mosquitos anofeles infectados y que ha matado a más de 400.000 personas en todo el mundo, entre ellos se encuentra una gran cifra de niños africanos.
Esta vacuna tiene un 39% de eficacia en la prevención de la enfermedad, incluso desciende en un 29% en las enfermedades graves, pero dada la complejidad de la situación y la cantidad de muertes que ha causado la malaria al año, la decisión de la OMS en aprobar la vacuna.
Esta aplicación de la vacuna ayuda a despertar el sistema inmunológico de los afectados, para así acabar con el plasmodium falciparum, el patógeno más letal que contiene todo lo relacionado con la malaria y que es prevalente en áfrica.
El director de la OMS (Organización Mundial de la Salud), Tedros Adhanom, ha mostrado su satisfacción ante el anuncio de la aprobación de la vacuna contra la malaria y señaló:
“Comencé mi carrera como investigador en malaria y anhelaba que llegara el día que tuviéramos una vacuna eficaz contra esta terrible enfermedad, es un día histórico para la ciencia, con la aprobación de la vacuna es un gran avance para la ciencia, la salud infantil y el control de la enfermedad”, puntualizó.
En el 2019 se presentaron 409.000 muertes por paludismo y el 94% de estos casos se presentaron en África, donde los menores de edad fueron las víctimas de este parasito. Cada año más de 260.000 niños africanos son víctimas de esta infección, que ha infectado ya a más de 200 millones de personas en el mundo.
Según afirma la OMS: “El paludismo es una enfermedad febril aguda. En un individuo no inmune, los síntomas suelen aparecer entre 10 y 15 días tras la picadura del mosquito infectivo. Puede resultar difícil reconocer el origen palúdico de los primeros síntomas (fiebre, dolor de cabeza y escalofríos), que pueden ser leves. Si no se trata en las primeras 24 horas, el paludismo por P. falciparum puede agravarse, llevando a menudo a la muerte”.
Y añade que: “Los niños con paludismo grave suelen manifestar uno o más de los siguientes síntomas: anemia grave, sufrimiento respiratorio relacionado con la acidosis metabólica o paludismo cerebral. En el adulto también es frecuente la afectación multiorgánica”.
