Por Catalina Arteaga Cruz | 02/04/2021.
Muchas teorías se entretejan frente al origen del virus Sars-cov-2 (Covid-19) que inició su propagación en la ciudad de Wuhan, entre ellos, se encuentra la preparación de animales exóticos, o en el caso menos aterrador pero con grandes repercusiones, la convivencia permanente y excesiva con los animales, esta última la afirma el profesor epidemiólogo y experto en salud pública de la facultad de medicina de la Universidad de los Andes, Luis Jorge Hernández, en un artículo publicado para la misma universidad sobre mitos y verdades sobre el virus, publicado en enero de 2020, y en el cual también se afirma que el Coronavirus ya existía.
“El Coronavirus ya existe en nuestro medio. La autoridad sanitaria monitorea de 12 a 15 virus respiratorios entre ellos el Coronavirus del cual existen 6 subespecies aproximadamente. La que surge en China, es una nueva que no se había tipificado, que se da por una estrecha convivencia del hombre con animales, y que no había sido reconocida”
Algo de cierto hay en que comercializar animales exóticos trae consecuencias adversas para la humanidad, pero más para el medio ambiente, el cual se ve ampliamente afectado por los cazadores furtivos que en medio de su objetivo, talan bosques, utilizan químicos como el cianuro para pescar e incluso queman reservas forestales con el fin de facilitar la cacería.
“La situación no solo escala a la afectación en los animales y especialmente a los exóticos, esto ya llega a niveles de cultivos de especies de flores y árboles que son vitales para los ecosistemas. Por ejemplo, en Brasil con ciertas talas se está afectando la nubosidad de zonas del Amazonas” Juan Delmes, presidente de la Organización Flores Naranjas, para el medio Agronegocios.
El tráfico de animales es uno de los negocios más crueles y rentables en el mundo, pues las ganancias oscilan entre los 23 a 26 millones de dólares anuales. Países como Estados Unidos, China y Vietnam son los mayores receptores de este tráfico, mientras que países como África, Brasil y Colombia, son los de mayor salida de animales.
En Colombia contamos con 58.312 especies registradas, según el Sistema de información sobre biodiversidad de Colombia (SiB), lo que nos hace uno de los países con mayor biodiversidad tanto de plantas como de animales. En Bogotá entre enero y julio de 2019, se llevaron a cabo 39 operativos de control, en donde se recuperaron aproximadamente 382 animales, pero estas medidas no han sido suficientes para disminuir este comportamiento, de hecho, ni la pandemia ha logrado disminuir los porcentajes de tráfico de animales.
La comercialización se da por distintos factores: porque se considera que partes de sus cuerpos son curativas, como es el caso de los colmillos de los tigres o los cuernos de los rinocerontes, porque se tiene la creencia de que su carne o huevos son afrodisíacos o simplemente por el dinero que pueden representar en el mercado negro al tener animales salvajes.
La semana Santa en Colombia también es un factor de peligro para distintas especies, entre ellas iguanas verdes, el caimán babilla y las tortugas hicoteas y morrocoy, ya que por creencia católica se prohíbe el consumo de carnes rojas en esta época, una de las opciones, principalmente en ciudades costeras, es la carne y huevos de estos animales.
En el mes de enero se aprobó la prohibición de venta de animales vivos en las plazas de mercado, iniciativa liderada por la concejal Andrea Padilla y Celio Nieves, con esto se espera que se desincentive la comercialización de animales domésticos, en donde en muchos lugares se aprovechan para vender animales de vida silvestre y son mantenidos en condiciones precarias.
De acuerdo con la concejal Pinilla “la venta de animales en plazas de mercado es un fenómeno que, no solo viola los principios más elementales de bienestar animal por las condiciones inhumanas en las que son mantenidos animales de distintas especies, sino que pone en riesgo la salud de las personas por el fenómeno de contaminación cruzada. Además, es bien sabido que se cometía el delito de comercio de animales silvestres”