
Por Carlos Roa | 24/03/2021.
Robert Aron Long, un joven americano de 21 años, lleva consigo un arma de 9mm y se dirige a tres sitios donde se ofrecen servicios de relajación como masajes, hidromasajes, cuidado del cuerpo y la piel, entre otros, y descarga sus balas contra el personal que atiende en dichos lugares, provocando un nuevo tiroteo en los Estados Unidos. El total de víctimas fueron ocho y seis de ellas fueron mujeres, la mayoría de origen asiático. Los hechos ocurrieron en la ciudad de Atlanta, en el Estado de Georgia. Long fue capturado y se ha empezado todo el proceso de investigación y judicialización para entender claramente los motivos.
Por ahora hay dos tipos de juicios, el primero es el legal que aun no ha empezado debido a que se esta averiguando el por qué del tiroteo, aunque con las declaraciones del atacante, parecer ser que es un chico que padece adicciones sexuales y que vio como una especie de escapa ir a los spas para eliminar esas tentaciones. Para ello se debe investigar y hacer todo el proceso para determinar si esos fueron sus motivos. Hasta el momento los cargos que se le han imputado son de homicidio y agresión agravada.
El otro juicio ha sido el social y su sentencia radica en un posible ataque de odio, racismo y violencia contra la comunidad asiática, debido a que las víctimas fatales fueron de ese grupo racial. Todo esto manifestado en redes sociales y movilizaciones civiles en distintas ciudades de Estados Unidos. Robert Long ha confesado su culpabilidad de los hechos, pero declara que sus motivos no tienen nada que ver con racismo y discriminación. De ser ciertas estas acusaciones de tipo racial, serían imputadas a Long y se sumarían al listado de los cargos para sentenciarlo. Amanecerá y veremos.

Lo interesante del caso Long radica es que, si bien el hecho es o no un crimen de odio racista, la movilidad civil y expresiones de rechazo se manifiestan en que las víctimas hayan sido asiático-americanos. Es decir, personas con nacionalidad americana, ciudadanos americanos de segunda o tercera generación cuyas historias de vida provienen en que sus padres, abuelos o bisabuelos llegaron a los Estados Unidos como migrantes de países asiáticos y con el tiempo fueron nacionalizados. Radica además en que sus víctimas hayan sido mujeres, entendiéndose como un cargo más por actos de feminicidio o violencia de género contra el autor del tiroteo.
La cuestión ha sido esa, el tiroteo y las víctimas. La agitación que se está visibilizando es algo que para los ojos del mundo estaba pasando de forma inadvertida y es la discriminación a la población asiático-americana en los Estados unidos por parte de ciudadanos americanos. Acoso verbal, intimidaciones, violencia física, discriminación laboral y acoso virtual hacen parte de los ataques que padecen esta población que hoy día son 21 millones de estadounidenses de origen asiático.
La violencia contra está población siempre ha estado, pero con el tiroteo ya las personas se han empezado a manifestar, a protestar y a exigir seguridad. La organización STOP AAPI HATE que registra denuncias relacionadas con ataques de odio a los estadounidenses de origen asiático y habitantes de las Islas del Pacifico en los Estados Unidos registró el año pasado 3795 incidentes que reportan todo este tipo de ataques.
Estados Unidos nos tiene acostumbrados a sus tiroteos, a la discriminación latina y el abuso contra las personas afroamericanas. El efecto cuarentena había bajado los niveles y casos de violencia reportados en este tipo de hechos por la poca interacción social. Pero como a la leche hirviendo no le puedes quitar los ojos de encima porque de la nada empieza a burbujear y va creciendo y creciendo hasta que se te riega y te hace un desastre en la cocina, pues lo mismo ha sido esto, una situación que no que siempre ha sucedido pero que ha ido en incremento.
¿La culpa? El made in China. Los discursos por parte de expresidente Donald Trump al referirse sobre el COVID–19 como el virus chino y la manera en que su gobierno manejó la situación dando declaraciones que alentaban el odio y discriminación hacia esta población. En distintos foros de grupos de extrema derecha se evidenciaron términos como gripe, Kung flu, China y Wuhan en donde se comentaban o se compartiendo ideas de aborrecimiento a este grupo de personas.
La en redes en estos últimos días ha sido el #StopAsianHate, detengan el odio contra los asiáticos. En el que personas del entretenimiento, organizaciones, grupos civiles y activistas han expresado rechazo, historias y pidiendo atención por parte del Gobierno para atender este problema. Es en estos mismos espacios donde se expuesto el miedo y este factor o sentimiento que abunda en los asiático-americanos porque están empezando a relatar aquellas situaciones en las que han vivido violencia, odio, discriminación, burla, rechazo y golpes por parte de sus conciudadanos blancos.

Miedo y temor han vivido y están viviendo este grupo de personas, que no tienen ganas de salir de sus casas porque sienten que el peligro los acecha cada vez mas, que ahora es mas palpable ser una víctima mortal por parte de un racista.
Muchos activistas declaran que no es suficiente hacer ruido digital porque se necesita un cambio en la narrativa de la población americana que debe ser mas incluyente, tolerante y educada sobre estos temas. Acabar con los estereotipos, generar una unidad nacional sin importar el origen racial o étnico.
Joe Biden ha decretado una ley en el que se prohíbe el lenguaje discriminatorio contra la comunidad asiática, pero la gente pide más, se necesita más. Estados Unidos ya no está siendo un país seguro para nadie, todos los años persistente los mismos problemas sociales pero las victimas terminan siendo otras, cada año es una moda de taque racial distinta, la tendencia es masacre de primavera – invierno, se impone el rojo muerte.
En el horóscopo chino hay un nuevo animal y es el ciudadano blanco americano con ideas de derecha que porta un arma y un megáfono, con ambos mata física y mentalmente. Hay que reducir a los americanos de origen vietnamita, chino, japonés, coreano, etc. Cada año se empeoran estas situaciones, no solo es el racismo y xenofobia, es qué hace el gobierno para atender las adicciones de sus ciudadanos, su salud mental, la tenencia de armas, el abuso policial, el creciente odio y el creciente temor.
Hollywood nos engañó. Estados unidos no es un país de libertades. Muchos negros, latinos y ahora asiáticos no salen de sus casas y no es por el distanciamiento social de la pandemia. No salen por miedo, un miedo que les impide ser libres en un país en donde al parecer casi nadie es bienvenido, o bueno si, pero solo si te quedas un ratico. La vacuna en Estados Unidos tiene forma de arma de 9mm. Es real el problema de racismo y discriminación, es real que muchos ciudadanos de origen extranjero no se sientan americanos, se sienten que están de visita. Y la visita después de quince días empieza a oler mal.