Por Johann Sebastian Rico Ricaurte | 15/03/2021.
La administración distrital de Bogotá, después de consejo de seguridad extraordinario, ha declarado que tras la pandemia se ha producido como consecuencia un incremento en la inseguridad y para enfrentarla han decidido aplicar nuevas medidas.
En primer lugar, el ejército y la policía metropolitana harán 30 puestos de patrullaje, control y requisa, con el fin, especialmente, de identificar gente armada; segundo, se solicitó al presidente de la república a través del ministro de defensa la creación de un decreto que limite el libre uso de armas traumáticas ya que, de acuerdo con las declaraciones de la alcaldesa Claudia López, “no son juguetes, son armas que intimidan, que hieren y que pueden matar”. A favor de esto, asegura que se ha reconocido que cada vez más se usan este tipo de armas para hurtos.
En tercer lugar, para combatir a aquellos que se disfrazan de domiciliarios y “rappitenderos” para cometer delitos se ha impuesto por decreto que: primero, las empresas, plataformas o comercio es corresponsable de lo que hagan sus domiciliaros en la ciudad; segundo, dichas organizaciones deben ser rigurosos con su proceso de contratación, no pueden incluir personas indocumentadas o con antecedentes legales y deben compartir la información de sus contratados para que los puestos de control puedan verificar que realmente se trata de domiciliaron y no de delincuentes disfrazados. Por ello, todos los vehículos que se utilicen para esta actividad deberán tener una identificación en el vehículo, en el chaleco, en el maletín del domicilio y en el casco.
En cuarto lugar, se prohíbe el parrillero en moto de domicilio y quinto, las empresas de domicilio deben tener espacios privados para que se ubiquen sus trabajadores, no se va a permitir la aglomeración desordenada de este tipo de trabajadores.
