Miami, 10 dic (EFE).- El incremento en Florida de la población de lagartos Agama de roca, una especie invasora procedente de África y reconocible por su cabeza de color naranja, ha alertado a los expertos, que ven en su rápida proliferación una grave amenaza para las mariposas autóctonas, indicó un reporte divulgado este jueves por la Universidad de Florida (UF).
El informe destaca en su primera página que el estado sureño de Florida ha experimentado la mayor proliferación de especies de reptiles exóticos, no nativos, del mundo, “aproximadamente tres veces más que en cualquier otra región del planeta”.
Apunta el reporte elaborado por el Departamento de Ecología y Conservación de la Vida Silvestre, de la UF/IFAS, que entre el medio centenar de especies de lagartos no nativos se encuentran cuatro tipos de la familia Agamidae, y uno de ellos corresponde al Agama de roca Peters, muy extendido a lo largo de la península floridana.
Este reptil originario de África se introdujo por primera vez en Florida en 1976, a través del comercio de mascotas, y se cree que comenzó a liberarse en la zona de Homestead, en el condado de Miami-Dade, y Palm City, en el de Martin, “áreas donde la población de este lagarto se ha expandido ampliamente”.
Si bien parece poco probable que el lagarto de roca Agama de Peters tenga un “impacto negativo significativo en el medio ambiente” de Florida, sí “supone una potencial amenaza para las mariposas, principalmente aquellas en peligro de desaparición”, que tienen su hábitat en el sur del estado y los Cayos.
Los lagartos Agama de roca de Peters son reconocibles por su piel colorida, en el caso de los machos, y su tamaño relativamente grande en comparación con los reptiles nativos de Florida.
Los machos adultos pueden alcanzar los 30 cm de tamaño y, generalmente, presentan una cabeza de color naranja o roja, el cuerpo negro y una cola de punta negra precedida de una coloración naranja.
“No vemos al agama de roca como una gran amenaza para la vida silvestre local como la pitón birmana o el tegu, pero sabemos que su población está creciendo en el sur de Florida y que comen insectos y otros invertebrados”, señaló en el reporte Steve A. Johnson, coautor del estudio.
Las invasoras pitones birmanas se han propagado hasta tal punto en la mayor reserva natural de Florida, los Everglades, que están diezmando a la fauna autóctona.
Nadie sabe con certeza cuántas pitones hay en los Everglades, un gigantesco humedal de 1,5 millones de acres (607.500 hectáreas) situado en el centro del extremo meridional de la península de Florida, pero se calcula que podría haber decenas de miles.
Al igual que la pitón birmana, el tegu, un especie de lagarto no nativo invasor, se ha acomodado en el sur de Florida y entraña una grave amenaza para ciertos animales autóctonos. EFE
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