Helen Fares de Libbos

Por Helen Fares de Libbos | Cuando nació mi consciencia siempre la tenía frente a mí, la he cuidado con cariño y respeto y mi consciencia creció dentro de mi como todas las cosas bellas y deliciosas que poseo.

Por Helen Fares de Libbos | Gracias a Dios, me rodean muchas personas, algunas piensan que guían, pero tengo una tabla de salvación que me tiene en momentos de tempestad, pero cuando los vientos hacen perder el equilibrio me buscan para aprender y ahí estoy yo.

Por Helen Fares de Libbos | Valorar cada minuto de mi tiempo, mis actividades y mi creatividad están al máximo, me facilitan el camino al éxito, y a triunfar en la vida.

Por Helen Fares de Libbos | Estoy de acuerdo en que la fe mueve montañas. Desde pequeña tuve la convicción de que lo que ha de ser de uno, nadie se lo quita y más aún, cuando uno trabaja con honestidad y fe.

Por Helen Fares de Libbos | Algunas personas dicen: «perdí el tiempo haciendo el bien, ya no voy a ayudar más». Yo pienso que las personas que nacen para hacer el bien o el mal, nunca cambian. Qué tal que todos hubiéramos nacido buenos o malos, ¿cómo sería el mundo? Es fácil ser bueno en un ambiento bueno, estar limpio en un ambiente limpio.

Por Helen Fares de Libbos | La guerra es el mayor absurdo de la humanidad, y ¿quién sufre las consecuencias? Los inocentes, porque quienes promueven la guerra no van al campo de batalla, ni derraman su sangre.

Por Helen Fares de Libbos | Debido a diversas situaciones, comulgo con el refrán que reza; “SI NO PUEDES CON TU ENEMIGO, ÚNETE A ÉL”.

Por Helen Fares de Libbos | Mi suegro siempre enseñó a sus hijos que debían pensar las palabras que iban a decir. Las personas muchas veces maldicen porque no pueden comprar un par de zapatos, pero nunca se detienen a pensar que hay gente que no tiene pies.

Por: Helen Fares de Libbos | A pesar de no ser colombiana de sangre, pero sí de corazón, quiero dar un humilde concepto.

Por Helen Fares de Libbos | Comenzó este año en silencio, yo observo a la gente y a través de sus caras, le sigo el rostro al des tino con su marca de fuego, y he visto que las personas que han cumplido sus sueños son dulces. Estas personas convirtieron sus sueños en realidad, se dejaron habitar por ellos y los realizaron como el fin de la vida.